¡Ciencia! Corea suele dominar cualquier partida en lo que a Ciencia se refiere, pero cuando la dirige Sejong, la Ciencia se convierte en Cultura .

Para empezar cualquier partida basada en la Ciencia , la búsqueda comienza con la Escritura y el desbloqueo del Campus y la Biblioteca. Lo mismo ocurre con Sejong, excepto que el distrito exclusivo de la Seowon es más poderoso incluso que el Campus. La habilidad Tres Reinos da más Ciencia todavía cuando colocas el distrito de la Seowon junto a Minas. Estas grandes bonificaciones a la Ciencia se transforman en Cultura cada vez que pasas a la era siguiente con Sejong. Corea es la mejor civilización para una victoria científica.

La dinastía Chosón coreana fue de las más grandes y duraderas del país. De manera parecida, Sejong es uno de los gobernantes de este reino más productivos y conocidos (si no el que más), famoso por construir infraestructuras y auspiciar la ciencia y la vida artística de Chosón.

El reino dinástico de Chosón (1392-1897) surgió junto con Ming. En el caos de las guerras de sucesión entre Ming y la dinastía mongola Yuan, se produjeron confrontaciones similares en Corea, ya que Ming, cada vez más poderoso, pidió a sus aliados coreanos que desbancaran a las regiones de la península coreana que ocupaba Yuan. Al darse cuenta de la debilidad de ambas facciones en este momento, el general encargado de esto se rebeló y se hizo con el poder. Eligió bautizar su reino como Chosón, y él recibiría el nombre póstumo de Taejo. Como era de esperar, esto conllevó más disturbios en la zona, que solo terminarían cuando Taejong se vio sucedido por su hijo Sejong (1418-1450).

El gobierno de Sejong se vio muy influenciado por el confucianismo, algo que no es de sorprender dado el énfasis que ponía Confucio en un gobierno estable y sabio. Con este fin, Sejong introdujo becas para estudiantes confucianos y, lo más importante, financió a académicos estatales para que crearan un nuevo alfabeto: el hangul. Antes, los coreanos usaban los caracteres chinos para escribir, pero esta escritura no encajaba bien con su idioma (ya que el coreano, como el japonés, estaba influenciado por la escritura china, pero tiene fonemas y conjugaciones que no puede captar con facilidad este sistema de caracteres). La reforma fue controvertida, pues los académicos más conservadores pensaron que adoptar tal escritura comportaría una disminución en la educación y la comprensión, pero esta se puso de moda y se sigue usando en la actualidad.

El reinado de Sejong también vio la supresión del islam y el budismo en Corea; el primero había estado presente en pequeñas comunidades desde el contacto con los abasíes en el siglo IX, y el segundo siempre había sido importante pero chocaba con las ideas confucianas: el budismo enfatiza el desapego y la iluminación individual, mientras que el confucianismo hace hincapié en la responsabilidad familiar y el servicio al estado.

Como parte del énfasis que había puesto en la educación, Sejong también encargó estudios científicos, (especialmente los orientados hacia los estrategas), el desarrollo de armas de pólvora y la elaboración de textos sobre agricultura. Fue indulgente con los impuestos a los campesinos e introdujo la baja por maternidad para las "nobi" coreanas (los "nobi" eran los que se habían visto obligados a venderse como esclavos para pagar sus deudas). Otros logros significativos incluyeron una moneda común y el Salón de los Notables, una colección de los hitos científicos y culturales del reinado. Además de la escritura hangul, estos incluían una imprenta, un pluviómetro y otras medidas prácticas a la par que innovadoras.

En las relaciones exteriores, Chosón fue un estado tributario de Ming, algo sorprendente dados sus orígenes rebeldes, pero Ming, que llevaba muy poco tiempo establecido, no se podía permitir el lujo de guardarle rencor. En el sistema Ming, los tributarios eran estados que pagaban al trono de Pekín para que este los protegiera contra amenazas externas. Esto tuvo el efecto secundario de promover la paz entre los propios tributarios: la Corea de la era Chosón y el Japón del clan Ashikaga disfrutaron de una relación cordial y reconocieron su estatus mutuo, aunque esto se iría al traste dos siglos después, cuando Japón se alejó de Ming y se sumió en las disputas internas de la era Sengoku.

Sejong se mostró agresivo con aquellos que no estaban en el sistema de tributarios. Chosón se enfrentó a los estados manchúes del norte (los mismos que más tarde formarían el centro de la dinastía Qing de China) y a los piratas japoneses que operaban desde Tsushima, una isla frente a la costa occidental de Japón que había sido el objetivo de la fallida invasión mongola una generación antes y que en aquellos tiempos seguía siendo una frontera sin ley. La influencia de Sejong y unos astutos acuerdos comerciales con el clan Sō, (los gobernantes de la isla), consiguieron poner fin a las incursiones.

Sejong murió por causas naturales en 1450 y, aunque la sucesión real siguió siendo polémica, las infraestructuras que había construido el monarca conformaron el esqueleto de una sociedad coreana estable y próspera y aseguraron la continuidad de esta.