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Gobernadores
Momentos históricos

Civilizaciones

Líderes

Introducción

Abraham Lincoln

Alejandro

Amanitore

Ambiórix

Basilio II

Bà Triệu

Catalina de Médici (de la magnificencia)

Catalina de Médici (Reina negra)

Chandragupta

Ciro

Cleopatra (egipcia)

Cleopatra (ptolemaica)

Eduviges

Federico Barbarroja

Felipe II

Gandhi

Gengis Kan

Gilgamesh

Gitarja

Gorgo

Guillermina

Hammurabi

Harald Haardrade (konge)

Harald Haardrade (varego)

Hōjō Tokimune

Isabel I

Jayavarman

John Curtin

Juan III

Julio César

Kublai Kan (China)

Kublai Kan (Mongolia)

Lautaro

Luis II

Menelik II

Moctezuma

Nader Shah

Nzinga Mbande

Nzinga Mvemba

Pedro

Pedro II

Pericles

Poundmaker

Qin (Mandato del cielo)

Qin (unificador)

Ramsés II

Roberto I de Escocia

Saladino (sultán)

Saladino (visir)

Sejong

Señora Seis Cielo

Seondeok

Shaka

Simón Bolívar

Tamara

Teddy Roosevelt (Alce)

Teddy Roosevelt (Jinete duro)

Teodora

Tokugawa

Tomiris

Trajano

Victoria (Era del imperio)

Victoria (Era del vapor)

Wu Zetian

Yongle

Ramsés II
Habilidad exclusiva

Abu Simbel

Se obtiene una cantidad de Cultura equivalente al 15 % del precio de construcción cuando finalizas edificios y al 30 % cuando completas maravillas.

Resumen
¿Quién dice que las maravillas no son un premio en sí mismas? Así es con Ramsés, que obtiene grandes cantidades de Cultura por completar maravillas y una pequeña cantidad por terminar edificios.
Visión detallada
Con un buen comienzo en el río, Egipto gana bonificaciones para obtener maravillas y distritos. Las maravillas son una gran fuente de Cultura con la habilidad Abu Simbel de Ramsés, que te da el 30 % del coste de construcción en Cultura . La Esfinge proporciona más Cultura todavía si se coloca junto a estas maravillas. Los arqueros en carro maryannu protegerán Egipto mientras el país se concentra en construir, lo que lleva a una victoria cultural.
Contexto histórico
El reinado de Ramsés, una parte emblemática de la historia del Imperio Nuevo egipcio, no está marcado por nada distintivo en concreto, sino por una serie de momentos ejemplares: conquistas militares, arquitectura monumental, etc. He aquí la arrogancia y el poderío del faraón encarnados.

Muchos líderes salen de la oscuridad y alcanzan la grandeza. Pachacútec fue el segundo hijo de una dinastía real y nunca tuvo la intención de liderar a los incas. Cleopatra era parte de un reino en el que era extranjera y tuvo que rebelarse para obtener el poder. Pero no fue así con Ramsés, hijo de Seti.

Si bien la familia de Seti no era de origen real, esta surgió a raíz de la agitación social y religiosa de Akenatón, quien quiso crear un nuevo orden religioso y bajo cuyo gobierno (y el posterior gobierno de Tutankamón) menguaron las fronteras de Egipto. Seti aspiraba a enmendarlo: expandió el poder egipcio para acabar conla hegemonía hitita del Levante y restableció las fronteras egipcias de antaño, que se extendían mucho más allá del Nilo. Ramsés apuntó maneras desde el principio, y su padre lo nombró regente a la edad de diez años. La reconsolidación del poder egipcio por parte de Seti estaba dirigida al exterior en otros sentidos también, pues incorporó deidades sirias al reino egipcio, considerado monolítico y conservador.

En sus primeros años, Ramsés envió guerreros a someter a Libia y reconquistar Siria, por aquel entonces en manos de los hititas. En una brillante maniobra estratégica contra los piratas sardos, capturó toda la flota rebelde al permitirles ciertas victorias que les hicieron confiarse. Otro hito en su expansión fue la batalla de Qadesh (en Siria), donde una fuerza egipcia descomunal, dirigida en persona por el faraón, casi capturó la ciudad de Qadesh, bajo dominio hitita, pero luego se vio obligada a retirarse. Lo que podría haber sido una derrota desmoralizadora se convirtió en victoria cuando los egipcios aprovecharon el tiempo para replantear sus estrategias y llevar la guerra a un empate. El tratado de paz resultante marcó el equilibrio de poderes en la región.

En su patria, Ramsés entró en un frenesí de construcción, centrándose sobre todo en los templos de Ramesseum y Abu Simbel para asegurarse de que su nombre, a menudo empleado en la versión griega, Osymandyas (Ozymandias en el famoso poema de Percey Shelley), perdurara a lo largo de los siglos.

Ramsés murió bien entrados los noventa años, lo que le dio a Egipto casi siete décadas con él en el trono. Para bien o para mal, su nombre ahora es sinónimo del poder, la arrogancia y la fuerza de los egipcios.
icon_leader_default
Se me han concedido gavillas de trigo más numerosas que la arena, edificios que acarician el cielo y pilas de grano como montañas.

Rasgos

Civilizaciones
icon_civilization_egypt
Egipto

Preferencias

Agendas
Maat
Elimina los accidentes geográficos y mejora todas las casillas posibles. Le gustan las civilizaciones con un gran porcentaje de casillas mejoradas. No le gustan las civilizaciones con un porcentaje bajo de casillas mejoradas o que fundan Parques nacionales.
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Se me han concedido gavillas de trigo más numerosas que la arena, edificios que acarician el cielo y pilas de grano como montañas.

Rasgos

Civilizaciones
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Egipto

Preferencias

Agendas
Maat
Elimina los accidentes geográficos y mejora todas las casillas posibles. Le gustan las civilizaciones con un gran porcentaje de casillas mejoradas. No le gustan las civilizaciones con un porcentaje bajo de casillas mejoradas o que fundan Parques nacionales.
Habilidad exclusiva

Abu Simbel

Se obtiene una cantidad de Cultura equivalente al 15 % del precio de construcción cuando finalizas edificios y al 30 % cuando completas maravillas.

Resumen
¿Quién dice que las maravillas no son un premio en sí mismas? Así es con Ramsés, que obtiene grandes cantidades de Cultura por completar maravillas y una pequeña cantidad por terminar edificios.
Visión detallada
Con un buen comienzo en el río, Egipto gana bonificaciones para obtener maravillas y distritos. Las maravillas son una gran fuente de Cultura con la habilidad Abu Simbel de Ramsés, que te da el 30 % del coste de construcción en Cultura . La Esfinge proporciona más Cultura todavía si se coloca junto a estas maravillas. Los arqueros en carro maryannu protegerán Egipto mientras el país se concentra en construir, lo que lleva a una victoria cultural.
Contexto histórico
El reinado de Ramsés, una parte emblemática de la historia del Imperio Nuevo egipcio, no está marcado por nada distintivo en concreto, sino por una serie de momentos ejemplares: conquistas militares, arquitectura monumental, etc. He aquí la arrogancia y el poderío del faraón encarnados.

Muchos líderes salen de la oscuridad y alcanzan la grandeza. Pachacútec fue el segundo hijo de una dinastía real y nunca tuvo la intención de liderar a los incas. Cleopatra era parte de un reino en el que era extranjera y tuvo que rebelarse para obtener el poder. Pero no fue así con Ramsés, hijo de Seti.

Si bien la familia de Seti no era de origen real, esta surgió a raíz de la agitación social y religiosa de Akenatón, quien quiso crear un nuevo orden religioso y bajo cuyo gobierno (y el posterior gobierno de Tutankamón) menguaron las fronteras de Egipto. Seti aspiraba a enmendarlo: expandió el poder egipcio para acabar conla hegemonía hitita del Levante y restableció las fronteras egipcias de antaño, que se extendían mucho más allá del Nilo. Ramsés apuntó maneras desde el principio, y su padre lo nombró regente a la edad de diez años. La reconsolidación del poder egipcio por parte de Seti estaba dirigida al exterior en otros sentidos también, pues incorporó deidades sirias al reino egipcio, considerado monolítico y conservador.

En sus primeros años, Ramsés envió guerreros a someter a Libia y reconquistar Siria, por aquel entonces en manos de los hititas. En una brillante maniobra estratégica contra los piratas sardos, capturó toda la flota rebelde al permitirles ciertas victorias que les hicieron confiarse. Otro hito en su expansión fue la batalla de Qadesh (en Siria), donde una fuerza egipcia descomunal, dirigida en persona por el faraón, casi capturó la ciudad de Qadesh, bajo dominio hitita, pero luego se vio obligada a retirarse. Lo que podría haber sido una derrota desmoralizadora se convirtió en victoria cuando los egipcios aprovecharon el tiempo para replantear sus estrategias y llevar la guerra a un empate. El tratado de paz resultante marcó el equilibrio de poderes en la región.

En su patria, Ramsés entró en un frenesí de construcción, centrándose sobre todo en los templos de Ramesseum y Abu Simbel para asegurarse de que su nombre, a menudo empleado en la versión griega, Osymandyas (Ozymandias en el famoso poema de Percey Shelley), perdurara a lo largo de los siglos.

Ramsés murió bien entrados los noventa años, lo que le dio a Egipto casi siete décadas con él en el trono. Para bien o para mal, su nombre ahora es sinónimo del poder, la arrogancia y la fuerza de los egipcios.
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