Señora Seis Cielo no depende de las fuentes tradicionales de agua potable para crear su imperio unido, sino que aprovecha una red de Granjas y Plantaciones para alcanzar las estrellas.

Los mayas planean sus asentamientos de manera distinta a las demás civilizaciones. Buscan alojarse en Granjas, en lugar de estar cerca de agua potable. Establecerse junto a Lujos también les da Servicios adicionales. Señora Seis Cielo quiere mantener sus ciudades cerca de la capital. Así que funda un grupo temprano de ciudades y defiéndelas con los atlatlistas de Hulche. Con los distritos de Observatorio bien ubicados y recibiendo Ciencia adicional de las Granjas y Plantaciones adyacentes, es posible que comiences a ponerte por delante de otras civilizaciones en tecnología y llevar a tu gente al espacio o hacer un avance importante hacia otro tipo de victoria.

Los cronistas antiguos hablan de una mujer que gobernó como rey en Dos Pilas. Se apropió de los títulos de gobernantes masculinos y demostró ser una líder con carácter y poderosa. Pese a que los cronistas de la época nunca dijeron su nombre, la reputación de la Señora de Dos Pilas sigue viva.

Señora Seis Cielo, también conocida como Wak Chan Ahau, siguió los pasos de su padre B'alaj Chan K'awiil y se convirtió en gobernante de Dos Pilas. Después de subir al trono a finales del siglo VII, Señora Seis Cielo dejó Dos Pilas y se trasladó a Wak Kab'nal. No es fácil ser rey (y menos reina), y Señora Seis Cielo necesitaba cimentar más su poder en toda la zona en general y en Wak Kab'nal en particular. Para demostrar su autoridad como gobernante por derecho de sangre y por elección divina, realizó varios rituales poco después de llegar. En su mayor parte, fue bien recibida por la gente y se respetó su autoridad, aunque nunca llegó a ser la gobernante coronada de Naranjo. Sin embargo, el pueblo erigió monumentos en su nombre para demostrar que la respetaban, con o sin corona. Se la representaba con el atuendo de la verdadera realeza (lo que puede que le sentara mal, aunque no fuera la intención, pero parece que ella aceptó este atributo).

El hijo de Seis Cielo, K'ahk Tiliw Chan Chaak (o Ardilla Humeante, como lo conocían sus amigos) subió al trono a la edad de cinco años, pero Señora Seis Cielo siguió gobernando por él (que estaba un poco ocupado siendo niño). Como cualquier madre que se precie, durante este tiempo dirigió con éxito varias campañas militares contra los emplazamientos cercanos que desafiaron el gobierno de su hijo y, por ende, el de ella. Cambiaron sus monumentos para representarla como una guerrera erguida sobre sus enemigos, elegante y triunfante. Cuando su hijo cumplió diez años, ella ya había llevado ganado varias campañas en su nombre.

Guerras y conquistas no fueron lo único que Señora Seis Cielo emprendió como reina y regente. También ayudó a realizar las ceremonias religiosas que se esperaban de alguien de su posición. Una de ellas, el katún medio, la realizó de la misma manera que el anterior rey de Wak Kab'nal.

Señora Seis Cielo estaba decidida a fundar una nueva dinastía con ella como matriarca. Esto significaba que debía continuar fortaleciendo su gobierno mediante la guerra y dando ejemplo religioso, y que además debía procurar más prosperidad para su pueblo. Era algo indispensable si quería mantener su poder como mujer y madre de un rey muy joven (y, por tanto, vulnerable). Así que hizo planes para conservar lo que tenía, y por mucho tiempo.

Cuando el hijo de Señora Seis Cielo –Ardilla Humeante– tomó el relevo al fin, siguió el legado de su madre y continuó liderando campañas militares contra otras ciudades mayas más grandes, incluida Tikal. Señora Seis Cielo siguió a su lado durante este tiempo, haciendo de cogobernante. El pueblo y la nobleza de Wak Kab'nal respetaron el gobierno conjunto de Señora Seis Cielo y Ardilla Humeante gracias a la política y las acciones coherentes y unificadas de estos.

Para gran consternación de Señora Seis Cielo y su pueblo, Ardilla Humeante gobernó muy poco tiempo. Murió pronto, lo cual puso al frente a la reina una vez más, hasta que su nieto tuviera la edad suficiente —o fuera lo bastante poderoso— para subir al trono.

Señora Seis Cielo vivió otros veinte años antes de fallecer, en el año 741 d. C. Tikal derrotó a su nieto, lo capturó y, por desgracia, lo ejecutó, lo cual puso fin a la dinastía por la que tanto había luchado ella.