El homo sapiens ha usado las pieles de los demás mamíferos desde que vagaba por los climas más fríos, hace unos 125 000 años. Cuando se desarrollaron los tejidos de lana y franela –que son mucho más duraderos, calientes y fáciles de mantener limpios–, el uso de pieles pasó a ser solo una impostura afectada. No obstante, durante los siglos XVIII y XIX se cazaron especies hasta casi extinguirlas –castores, zorros, visones, focas– y la lista continúa. Otras se criaron en cautiverio –armiños, martas cibelinas, chinchillas, etc.– para sacrificarlas y hacer abrigos. Y el "comercio de la piel" (piénsese si no en la Hudson’s Bay Company) hizo a algunos hombres muy ricos.
El homo sapiens ha usado las pieles de los demás mamíferos desde que vagaba por los climas más fríos, hace unos 125 000 años. Cuando se desarrollaron los tejidos de lana y franela –que son mucho más duraderos, calientes y fáciles de mantener limpios–, el uso de pieles pasó a ser solo una impostura afectada. No obstante, durante los siglos XVIII y XIX se cazaron especies hasta casi extinguirlas –castores, zorros, visones, focas– y la lista continúa. Otras se criaron en cautiverio –armiños, martas cibelinas, chinchillas, etc.– para sacrificarlas y hacer abrigos. Y el "comercio de la piel" (piénsese si no en la Hudson’s Bay Company) hizo a algunos hombres muy ricos.