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Jémer
Habilidad exclusiva

Grandes Barays

Las ciudades que tengan un Acueducto reciben +1 a Servicios por entretenimiento y +1 a Fe por cada unidad de Población . Las Granjas proporcionan +2 a Alimentos si están adyacentes a un Acueducto y +1 a Fe si están adyacentes a un Lugar sagrado.

Contexto histórico
Entre los siglos IX y XV, los reyes dioses guerreros del Imperio jemer dominaron el sudeste asiático. Forjaron un reino agrícola y militar cuya riqueza llegó impresionar a la poderosa China, situada al norte. Por desgracia, todo ese oro y arroz era codiciado por sus rivales en la región y los conquistadores de Suvarnabhumi acabaron siendo conquistados.

Según los restos arqueológicos y los documentos chinos, los orígenes del Imperio jémer se remontan al siglo I en la región del Mekong del sudeste asiático. Los chinos llamaron a esta región y a sus dispares pueblos el reino de Funán (designando del mismo modo a un diverso grupo de pequeños estados, a veces enfrentados entre sí).

Según las leyendas jemeres, estos pueblos eran fruto de la unión entre el primer rey de Camboya, el príncipe indio Preah Thong (Huntian, en los documentos chinos) y Neang Neak, una serpiente divina (naga) y princesa procedente de un reino marino mágico. La región fue el regalo de bodas del padre de la princesa, que drenó las aguas que rodeaban la isla de Nokor Kauk Thlork para que los recién casados y su descendencia pudiesen vivir en ella.

Esta leyenda es una muestra de la gran influencia de la cultura hindú en la región. La zona del Mekong era la parada perfecta para los viajeros y mercaderes indios que se dirigían a occidente. Los indios llevaron el hinduismo, sus leyes, el comercio y el sánscrito, que se mezclaron con las tradiciones animistas locales.

Los pequeños estados de Funán con influencias indias llevaban siglos enfrentándose entre ellos, y aunque durante breves periodos existieron gobiernos centralizados, fue Jayavarman II quien instauró un gobierno centralizado en Angkor en el siglo IX d.C.

El primer rey conquistador del Imperio jémer apareció en el siglo IX d.C. Hasta ese momento, Jayavarman II había sido un invitado o prisionero de los javaneses. En cualquier caso, al regresar a su tierra decidió acabar con sus competidores en el Mekong.

Cuando lo consiguió, lo único que le quedaba por hacer era declararse "cakravartin" (gobernante universal) en una ceremonia celebrada en lo alto del monte Mahendra en las montañas Kulen. Jayavarman II lo hizo en el año 802 d.C. y se autoconfirió el apoyo de los dioses para establecer su imperio.

En el apogeo de sus seis siglos de duración, el Imperio jémer dominaba la mayor parte de la Tailandia actual y la mitad de Vietnam, y su capital contaba con más de un millón de habitantes. En el siglo X d.C., el imperio abarcaba hasta el sur de China y delimitaba por el norte con el Imperio mongol y el Tang. Su extensión le permitía mantener el control del comercio en el Mekong.

Entre 1296 y 1297 d.C., el diplomático chino Zhou Daguan visitó el Imperio jémer y escribió lo siguiente en su crónica "Un recuerdo de Camboya - La tierra y su gente": "Es un país que se ha dedicado al comercio desde hace mucho tiempo". Zhou describe una tierra de oro y torres de piedra, a la que llegan telas de Siam y Champa, y seda para las sombrillas desde China.

La gran riqueza de los jemeres provenía del constante flujo de materias primas que entraban y salían del imperio. Abastecían la demanda de arroz del sudeste asiático y el 80% de la población del Imperio jémer se dedicaba a la producción o al comercio de este alimento básico.

Estamos ante la edad de oro del Imperio jémer. Suryavarman II empezó a construir el templo de Angkor Wat, cuyas obras no finalizarían hasta veintisiete años después de su muerte. Angkor Wat se diseñó a imagen y semejanza del mítico monte Meru, en el que, según las creencias, convergía el mundo físico con el metafísico y el espiritual. De este modo, los reyes jemeres intentaban replicar el paraíso en la Tierra.

Aunque esto no era una simple muestra de devoción. Estos reyes hinduistas (y posteriormente los budistas con Jayavarman VII) querían ganarse la gracia de los dioses a toda costa, se esforzaban por dar una imagen que reflejase a los dioses de la mejor manera posible y construían templos que replicasen la apariencia del paraíso. Durante el Imperio jémer, cuanto más poderoso y atractivo fuese el rey, más seguidores y tierras tendría.

Un rey débil que no diese una imagen divina, dejaba de ser digno del trono.

Irónicamente, la riqueza y la majestuosidad del Imperio jémer acabarían siendo su perdición. Entre los siglos XII y XIV, los tai del norte (los actuales tailandeses, laosianos y sham) se enfrentaban a un Imperio mongol en continua expansión y abandonaron las montañas para establecerse en el sur y fundar los pequeños reinos de Sukhothai, Lanna y Ayutthaya, que fueron ganando terrenos fronterizos al Imperio jémer.

Los jemeres no pudieron contener a los invasores norteños ni las continuas amenazas de Champa en el este. En 1431, el reino tai de Ayutthaya se hizo con el control de Angkor y los reyes jemeres huyeron a Nom Pen, actual capital de Camboya.

Aunque el imperio haya desaparecido, sus templos siguen en pie e incluso en la actualidad los camboyanos siguen diciendo que provienen del mar y que sus ancestros son un brahmán y una princesa naga.
PortraitSquare
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Rasgos

Líderes
icon_leader_default
Jayavarman
Unidades especiales
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Domrey
Infraestructura especial
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Prasat

Geografía y datos sociales

Ubicación
Sudeste asiático
Tamaño
Casi 1,2 millones de kilómetros cuadrados
Población
Aproximadamente 2 millones en 1150
Capital
Varias, incluidas Mahendraparvata, Hariharalaya, Koh Ker y Yasodharapura
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Rasgos

Líderes
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Jayavarman
Unidades especiales
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Domrey
Infraestructura especial
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Prasat

Geografía y datos sociales

Ubicación
Sudeste asiático
Tamaño
Casi 1,2 millones de kilómetros cuadrados
Población
Aproximadamente 2 millones en 1150
Capital
Varias, incluidas Mahendraparvata, Hariharalaya, Koh Ker y Yasodharapura
Habilidad exclusiva

Grandes Barays

Las ciudades que tengan un Acueducto reciben +1 a Servicios por entretenimiento y +1 a Fe por cada unidad de Población . Las Granjas proporcionan +2 a Alimentos si están adyacentes a un Acueducto y +1 a Fe si están adyacentes a un Lugar sagrado.

Contexto histórico
Entre los siglos IX y XV, los reyes dioses guerreros del Imperio jemer dominaron el sudeste asiático. Forjaron un reino agrícola y militar cuya riqueza llegó impresionar a la poderosa China, situada al norte. Por desgracia, todo ese oro y arroz era codiciado por sus rivales en la región y los conquistadores de Suvarnabhumi acabaron siendo conquistados.

Según los restos arqueológicos y los documentos chinos, los orígenes del Imperio jémer se remontan al siglo I en la región del Mekong del sudeste asiático. Los chinos llamaron a esta región y a sus dispares pueblos el reino de Funán (designando del mismo modo a un diverso grupo de pequeños estados, a veces enfrentados entre sí).

Según las leyendas jemeres, estos pueblos eran fruto de la unión entre el primer rey de Camboya, el príncipe indio Preah Thong (Huntian, en los documentos chinos) y Neang Neak, una serpiente divina (naga) y princesa procedente de un reino marino mágico. La región fue el regalo de bodas del padre de la princesa, que drenó las aguas que rodeaban la isla de Nokor Kauk Thlork para que los recién casados y su descendencia pudiesen vivir en ella.

Esta leyenda es una muestra de la gran influencia de la cultura hindú en la región. La zona del Mekong era la parada perfecta para los viajeros y mercaderes indios que se dirigían a occidente. Los indios llevaron el hinduismo, sus leyes, el comercio y el sánscrito, que se mezclaron con las tradiciones animistas locales.

Los pequeños estados de Funán con influencias indias llevaban siglos enfrentándose entre ellos, y aunque durante breves periodos existieron gobiernos centralizados, fue Jayavarman II quien instauró un gobierno centralizado en Angkor en el siglo IX d.C.

El primer rey conquistador del Imperio jémer apareció en el siglo IX d.C. Hasta ese momento, Jayavarman II había sido un invitado o prisionero de los javaneses. En cualquier caso, al regresar a su tierra decidió acabar con sus competidores en el Mekong.

Cuando lo consiguió, lo único que le quedaba por hacer era declararse "cakravartin" (gobernante universal) en una ceremonia celebrada en lo alto del monte Mahendra en las montañas Kulen. Jayavarman II lo hizo en el año 802 d.C. y se autoconfirió el apoyo de los dioses para establecer su imperio.

En el apogeo de sus seis siglos de duración, el Imperio jémer dominaba la mayor parte de la Tailandia actual y la mitad de Vietnam, y su capital contaba con más de un millón de habitantes. En el siglo X d.C., el imperio abarcaba hasta el sur de China y delimitaba por el norte con el Imperio mongol y el Tang. Su extensión le permitía mantener el control del comercio en el Mekong.

Entre 1296 y 1297 d.C., el diplomático chino Zhou Daguan visitó el Imperio jémer y escribió lo siguiente en su crónica "Un recuerdo de Camboya - La tierra y su gente": "Es un país que se ha dedicado al comercio desde hace mucho tiempo". Zhou describe una tierra de oro y torres de piedra, a la que llegan telas de Siam y Champa, y seda para las sombrillas desde China.

La gran riqueza de los jemeres provenía del constante flujo de materias primas que entraban y salían del imperio. Abastecían la demanda de arroz del sudeste asiático y el 80% de la población del Imperio jémer se dedicaba a la producción o al comercio de este alimento básico.

Estamos ante la edad de oro del Imperio jémer. Suryavarman II empezó a construir el templo de Angkor Wat, cuyas obras no finalizarían hasta veintisiete años después de su muerte. Angkor Wat se diseñó a imagen y semejanza del mítico monte Meru, en el que, según las creencias, convergía el mundo físico con el metafísico y el espiritual. De este modo, los reyes jemeres intentaban replicar el paraíso en la Tierra.

Aunque esto no era una simple muestra de devoción. Estos reyes hinduistas (y posteriormente los budistas con Jayavarman VII) querían ganarse la gracia de los dioses a toda costa, se esforzaban por dar una imagen que reflejase a los dioses de la mejor manera posible y construían templos que replicasen la apariencia del paraíso. Durante el Imperio jémer, cuanto más poderoso y atractivo fuese el rey, más seguidores y tierras tendría.

Un rey débil que no diese una imagen divina, dejaba de ser digno del trono.

Irónicamente, la riqueza y la majestuosidad del Imperio jémer acabarían siendo su perdición. Entre los siglos XII y XIV, los tai del norte (los actuales tailandeses, laosianos y sham) se enfrentaban a un Imperio mongol en continua expansión y abandonaron las montañas para establecerse en el sur y fundar los pequeños reinos de Sukhothai, Lanna y Ayutthaya, que fueron ganando terrenos fronterizos al Imperio jémer.

Los jemeres no pudieron contener a los invasores norteños ni las continuas amenazas de Champa en el este. En 1431, el reino tai de Ayutthaya se hizo con el control de Angkor y los reyes jemeres huyeron a Nom Pen, actual capital de Camboya.

Aunque el imperio haya desaparecido, sus templos siguen en pie e incluso en la actualidad los camboyanos siguen diciendo que provienen del mar y que sus ancestros son un brahmán y una princesa naga.
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