Desbloquea la habilidad del Constructor para erigir un Moai.

+1 a Cultura . +1 a Cultura por cada dos Moais adyacentes. +2 a Cultura si se encuentra en una casilla de Suelo volcánico o en una adyacente a ella. +1 a Cultura si está adyacente a una casilla de Costa o Lago. Cultura y Turismo adicionales conforme se avance por el árbol de principios y el tecnológico. Se puede construir en Llanuras, Colinas de llanuras, Praderas, Colinas de praderas o Suelo volcánico. No se puede colocar adyacente a una casilla de Bosque ni de Selva tropical.

En la diminuta isla del Pacífico de Rapa Nui, los polinesios crearon una de las obras de arte más misteriosas y majestuosas del mundo: casi mil estatuas de piedra enormes que representan figuras humanas, cada una de varias toneladas, hechas con la toba volcánica de un volcán extinto. Para cuando la práctica llegó a su fin, en la isla ya se habían esculpido moáis durante varios siglos, pero el proceso mediante el cual esculpían y levantaban esos monumentos contribuyó al declive medioambiental de dicha isla.

Cada moái se esculpía como una sola pieza en la roca; se le daba forma hasta que la parte trasera se conectaba con la roca madre mediante una fina "quilla". Si la roca no era la adecuada, ya fuese porque el material era demasiado duro o porque tenía desperfectos, no era raro que la escultura se abandonase. El más grande de la isla, de hecho, no llegó a finalizarse. Luego, estas esculturas se transportaban durante varios kilómetros y se colocaban sobre plataformas conocidas como "ahu", aunque el método de transporte aún es motivo de grandes discusiones hoy en día.

Los moáis se adornaban con una especie de sombreros hechos con escoria volcánica roja, o "pukao", y probablemente tuviesen unos ojos de coral blanco y unas pupilas de obsidiana. Se cree que cada uno era una efigie del líder encargado de la construcción, y cuanto mayor fuese, mayor sería el mana del líder. Esto provocó que dichas esculturas fuesen cada vez más voluminosas y requiriesen un esfuerzo de trabajo y unos materiales mayores. Es probable que este ciclo provocase la deforestación y los enfrentamientos civiles, pues con el tiempo se dedicaban más y más recursos y suministros de la isla a crear moáis.

Hay evidencias arqueológicas que demuestran que, tras el periodo de construcción de moáis, Rapa Nui tuvo que hacer frente a las revueltas sociales. En 1722, un visitante europeo informó que la mayoría de los moáis se habían caído de su "ahu". En la actualidad, muchos de ellos se han vuelto a colocar en sus plataformas y son considerados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.