Una mejora inviable moderna que inflige una cantidad de daño moderada a las unidades hostiles que la crucen o estén adyacentes y ejerce una zona de control sobre ellas. Se desbloquea con Rayado del ánima y se construye usando una carga de Ingeniero militar. No impide que las unidades pasen por esta casilla.

Los muertos vivientes no se cansan. Es su principal ventaja: como un mar, rompen sin cesar contra las defensas erigidas para detenerlos. Tarde o temprano, los muros de madera y bambú se astillan e incluso las murallas de piedra se derrumban. Aquí entran en juego los materiales modernos (hormigón armado, acero). Así como el fuerte con forma de estrella del Renacimiento, con sus muros en ángulo, se diseñó para desviar el fuego de cañón y no absorber su impacto, las defensas modernas se centran en desviar a los muertos vivientes, en lugar de simplemente detenerlos. Los materiales flexibles se doblan pero no se rompen mientras los muertos los presionan sin descanso. Las superficies lisas no proporcionan ningún asidero a los dedos huesudos, y las compuertas permiten que las zanjas y fosos se vacíen, lo que evita que se formen rampas con los cadáveres apilados que podrían superar las formas más antiguas de defensa antizombi. Deberíamos de estar seguros detrás de ellas. Deberíamos.