Unidad exclusiva otomana del Renacimiento que sustituye al Mosquete. Empieza con un ascenso gratis y es más fuerte y barata que el Mosquete. Para entrenar a un Jenízaro, la ciudad debe tener al menos 2 de Población. Si una ciudad fundada por los otomanos entrena a un Jenízaro, perderá 1 de Población.

La infantería de élite del Imperio otomano tuvo un impacto cultural bastante duradero tanto en sus propias filas como en la historia militar del mundo. Los jenízaros representaban muchos aspectos del sistema militar y de gobierno del Imperio otomano, y actualmente siguen siendo una de las fuerzas armadas más reconocibles de la historia. Cuando se creó, durante el reinado de Murad I, supuso toda una revolución (de hecho, "jenízaro" significa literalmente "soldado nuevo"), ya que aunaban un fuerte sentido de permanencia al grupo, una disciplina férrea y lo último en armamento militar.

Los sultanes otomanos tenían derecho a quedarse con una quinta parte de las rentas de su territorio. Quien no podía pagar en especie lo hacía trabajando. Las comunidades cristianas de los Balcanes estaban obligadas a aportar niños a los jenízaros. A estos se les separaba de sus familias y comunidades, se les convertía al islam y se les criaba bajo la estricta disciplina de los jenízaros.

En un principio, los jenízaros no podían casarse (aunque esta prohibición se suavizaría posteriormente) ni comerciar, y juraban lealtad al propio sultán. Contaban con su propia banda de música, los "mehter", que ejerció una gran influencia en las bandas europeas de los siglos siguientes. Recibían un salario considerable y disfrutaban de la atención especial del sultán, quien los visitaba una vez al año para recaudar sus impuestos. Las fuerzas jenízaras eran meritocráticas, y un jenízaro de éxito podía retirarse con una buena pensión y un prestigio considerable. Puede que fueran la primera fuerza de infantería armada principalmente con mosquetes. Llevaban uniformes, algo poco habitual en la época, y un peculiar sombrero alto con una pluma.

Se convirtieron en una de las facciones con más poder político dentro del Imperio otomano, por lo que se les compara con la guardia pretoriana de Roma. No obstante, los numerosos intentos de reformar su organización a los que tuvieron que resistirse les hicieron entrar en conflicto con los últimos sultanes. En 1826 se amotinaron como consecuencia de las reformas de influencia europea que se aplicaron a la infantería. El sultán Mahmut II apuntó con cañones a sus barracones y ejecutó a todo el que sobrevivió al bombardeo. A este suceso se lo denominó el "incidente afortunado".

Los jenízaros fueron un elemento clave para el éxito militar del Imperio otomano e impulsaron el uso de mosquetes en Europa durante la época de la transición a la pólvora. Su estructura e historia son un claro reflejo de la organización del mundo otomano. Incluso sus enemigos admiraban su disciplina y entusiasmo.