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Vietnam

Macedonia
Habilidad exclusiva

Fusión helenística

Recibe mejoras con la conquista de cada ciudad: un Eureka por cada Campamento o Campus en la ciudad conquistada, y una Inspiración por cada Lugar sagrado o Teatro.

Contexto histórico
Según las leyendas comúnmente aceptadas por los antiguos griegos y prácticamente por nadie más, Macedonia fue fundada por inmigrantes helenos de Argos que se expandieron gradualmente por la región que rodea el monte Bermio. Pérdicas, uno de los primeros colonos, estableció la dinastía argéada y se convirtió en el primer rey de Macedonia. Seguramente los macedonios originales fueran bárbaros del norte, distintos de los helenos, ilirios y tracios a su alrededor, que encontraron unos terrenos sin ocupar apropiados para sus cabras.

Sabemos que Carano, primer rey macedonio según los escritos, subió al poder en el año 808 a. C. Aunque los datos son escasos, a lo largo de los tres siglos siguientes, los despiadados macedonios dominaron Pieria y Botiea, cruzaron el Vardar para conquistar Migdonia y Antemunte, desplazaron a la tribu de Eordia e hicieron lo propio con los almopios, hasta llegar a controlar todas las tierras entre Tracia y Tesalia. Por desgracia para ellos, el avance de los persas hacia Grecia puso fin a su edad de oro de prosperidad y masacres.

Tras rendirse, los macedonios se convirtieron en súbditos de Persia en el año 492 a. C., pero conservaron sus leyes, costumbres y reyes. Alejandro el Filoheleno desempeñó un pequeño papel en la gran invasión del rey persa Jerjes, pero volvió a dedicarse a sus propias conquistas cuando los persas fueron repelidos. Crestonaea y Bisaltia fueron reducidas, y los macedonios siguieron avanzando hacia el este hasta casi alcanzar el río Estrimón. Algunas antiguas tribus macedonias de las colinas sucumbieron, como las de Lincéstide y Elimia, pero conservaron sus reyes, que pagaban un tributo.

A pesar de sus discrepancias, Macedonia comenzó a involucrarse poco a poco en los conflictos políticos de las ciudades-estado del sur de Grecia durante el siglo V a. C. La cultura palaciega macedonia era más micénica que helénica, mientras que las ciudades-estado griegas contaban con instituciones aristocráticas o democráticas. Pérdicas II, hijo de Alejandro el Filoheleno, dedicó su tiempo libre a provocar una guerra entre Esparta y Atenas, creó su propia Liga de Olinto con las colonias griegas cercanas a Macedonia y cambió de bando durante la guerra del Peloponeso cada vez que la traición le resultaba ventajosa.

Un nuevo tirano, Arquelao, hijo bastardo de Pérdicas, convirtió a Macedonia en una potencia económica de la región, sentó las bases de su posterior beligerancia y construyó multitud de caminos y fortalezas. Ya que los macedonios, como "bárbaros", no podían participar en los Juegos Olímpicos, Arquelao creó su propia competición. También fomentó entre su pueblo la literatura griega e incluso acogió en su corte al polémico poeta Eurípides. Arquelao, conocido por sus traiciones y su promiscuidad, fue supuestamente asesinado por una de las víctimas de su lujuria.

Con el asesinato de Arquelao en el año 399 a. C., comenzó un periodo tumultuoso a nivel interno y externo. Al no existir una línea de sucesión directa, la corte se convirtió en el escenario de conspiraciones y asesinatos, a la vez que se libraba una constante guerra civil en los territorios macedonios. Surgieron varios pretendientes al trono apoyados por ilirios, tebanos, laconios e incluso atenienses. Durante un periodo, parecía que Macedonia estaba destinada a desaparecer con la conquista de algunos territorios por parte de sus codiciosos vecinos, pero con Amintas III volvió la estabilidad.

Amintas tuvo tres hijos. El primero, Alejandro II, adoptó una política expansionista para resolver los problemas de Macedonia. Invadió el norte de Grecia, estableció guarniciones en las ciudades de Tesalia y, en un principio, se negó a retirarlas, aunque los tebanos forzaron su retirada y secuestraron a su hermano para asegurarse de que lo hacía. Tras la muerte de Alejandro II subió al trono su hermano, Pérdicas III, hasta que 4000 macedonios murieron en combate contra los ilirios, siendo él uno de ellos. El sucesor de Pérdicas, su hijo menor de edad, no tardó en ser depuesto por el tercer hijo de Amintas, Filipo II, en un giro que cambiaría la historia.

Hasta la subida al poder de Filipo II, las cualidades más destacadas de los reyes macedonios habían sido su despiadado coraje y su oportunismo y astucia en las relaciones diplomáticas. Filipo sumó el "ingenio militar" cuando se propuso que los macedonios recuperasen su reputación como intrépidos guerreros, tarea nada sencilla teniendo en cuenta los acontecimientos recientes. Además de su sobrino, había al menos otros cinco aspirantes al trono de Macedonia, y dos de ellos contaban con el apoyo de tropas extranjeras. Los ilirios, alentados tras la derrota de Pérdicas III, habían invadido Macedonia y ocupado casi todas las provincias occidentales. Peonia, al norte, y Tracia, al este, hacían sonar sus lanzas.

Filipo dedicó dos años a reformar y reorganizar el ejército, añadiendo una serie de variaciones a los usos y la organización de los hoplitas. Entre otras cosas, aumentó la longitud de la lanza y disminuyó el tamaño del escudo, incorporó una caballería pesada llamada hetairoi y creó más unidades de infantería ligera para usar como hostigadores. Cualquier amenaza para el reino era repelida con sus nuevas tácticas de yunque y martillo. Expulsó a los ilirios y, posteriormente, atacó Peonia, anexionando las regiones de Pelagonia y el sur de Peonia tras masacrar a sus ejércitos. Pero Filipo no se conformaba con conquistar a sus vecinos.

Mientras los atenienses libraban la primera Guerra Social (357 a. C. - 355 a. C.), Filipo asedió a sus aliados de Anfípolis. Tras tomar la ciudad, capturó las posesiones atenienses de Pidna y Potidea e invadió todas las zonas costeras entre el Estrimón y el Nesto para acceder a las minas de oro de los tracios, que aportarían a Macedonia unos ingresos anuales de 1000 talentos.

Tras la ocupación de Nicea, Citinio y, sobre todo, Elatea, los atenienses decidieron enfrentarse a Filipo, pero sufrieron una contundente derrota a manos de las poderosas falanges macedonias en la batalla de Queronea. El control macedonio sobre Grecia se formalizó en el Congreso de Corinto de 337 a. C., al que asistieron todas las ciudades-estado excepto Esparta. Una vez conquistada Grecia, Filipo se propuso hacer lo propio con Persia, pero fue asesinado por uno de sus guardaespaldas, Pausanias, en la celebración de la boda de su hija. En el momento de su muerte tenía 47 años y había reinado durante casi la mitad de su vida.

Alejandro III, hijo de Filipo, retomó los planes de su padre de invadir Persia y llegó a formar el mayor imperio del mundo antiguo. Aunque la historia de Alejandro Magno se cuenta detalladamente en otra entrada, su muerte supuso el fin de Macedonia. Casi todos los matrimonios concertados por Alejandro entre familias nobles de Grecia y Susa se anularon, las ciudades-estado griegas se sublevaron y surgieron varios aspirantes a la corona de Macedonia.

Tras una década en la que se derramó mucha sangre, las condiciones del tratado de paz del año 311 a. C. indicaban que cada general debía conservar sus posesiones, que todas las ciudades griegas serían independientes y que Casandro, hijo del general Antípatro, mantendría el poder sobre Macedonia hasta que el hijo de Alejandro y su esposa Roxana tuviese edad de gobernar. Casandro ordenó asesinar a Roxana y al joven Alejandro IV y fundó la dinastía antipátrida cuando se autoproclamó rey de Macedonia en el año 305 a. C.

Al fallecer Casandro de hidropesía en el año 297 a. C., la dinastía antigónida se enfrentó a la antipátrida, el país se sumió en la anarquía y los restos del imperio de Alejandro se repartieron entre distintos países. Macedonia no volvió a recuperar la estabilidad hasta el reinado de Antígono II y, con sus sucesores, incluso llegó a reafirmar su poderío militar.

Los romanos tenían otras ideas. Sus legiones derrotaron a las famosas falanges macedonias de Filipo V. Su hijo, el rey Perseo, se vio obligado a enfrentarse a los romanos cerca de Pidna en el año 168 a. C. y, tras ser derrotado, huyó a Samotracia con 6000 talentos, que representaban la mayor parte de las arcas de Macedonia. Los romanos dividieron el reino conquistado en cuatro provincias y quedaron satisfechos con recibir la mitad del tributo que los macedonios pagaban antes a su rey. Por este motivo, a pocos importó que Macedonia dejase de ser una nación independiente.
PortraitSquare
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Rasgos

Líderes
icon_leader_default
Alejandro
Unidades especiales
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Hipaspista
Infraestructura especial
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Basilikoi Paides

Geografía y datos sociales

Ubicación
Europa (y partes de Asia y África por algún tiempo)
Tamaño
Como reino, 67 000 kilómetros cuadraros aproximadamente
Población
Antes de Alejandro, quizá 700 000
Capital
Egas y Pela
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Rasgos

Líderes
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Alejandro
Unidades especiales
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Hipaspista
Infraestructura especial
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Basilikoi Paides

Geografía y datos sociales

Ubicación
Europa (y partes de Asia y África por algún tiempo)
Tamaño
Como reino, 67 000 kilómetros cuadraros aproximadamente
Población
Antes de Alejandro, quizá 700 000
Capital
Egas y Pela
Habilidad exclusiva

Fusión helenística

Recibe mejoras con la conquista de cada ciudad: un Eureka por cada Campamento o Campus en la ciudad conquistada, y una Inspiración por cada Lugar sagrado o Teatro.

Contexto histórico
Según las leyendas comúnmente aceptadas por los antiguos griegos y prácticamente por nadie más, Macedonia fue fundada por inmigrantes helenos de Argos que se expandieron gradualmente por la región que rodea el monte Bermio. Pérdicas, uno de los primeros colonos, estableció la dinastía argéada y se convirtió en el primer rey de Macedonia. Seguramente los macedonios originales fueran bárbaros del norte, distintos de los helenos, ilirios y tracios a su alrededor, que encontraron unos terrenos sin ocupar apropiados para sus cabras.

Sabemos que Carano, primer rey macedonio según los escritos, subió al poder en el año 808 a. C. Aunque los datos son escasos, a lo largo de los tres siglos siguientes, los despiadados macedonios dominaron Pieria y Botiea, cruzaron el Vardar para conquistar Migdonia y Antemunte, desplazaron a la tribu de Eordia e hicieron lo propio con los almopios, hasta llegar a controlar todas las tierras entre Tracia y Tesalia. Por desgracia para ellos, el avance de los persas hacia Grecia puso fin a su edad de oro de prosperidad y masacres.

Tras rendirse, los macedonios se convirtieron en súbditos de Persia en el año 492 a. C., pero conservaron sus leyes, costumbres y reyes. Alejandro el Filoheleno desempeñó un pequeño papel en la gran invasión del rey persa Jerjes, pero volvió a dedicarse a sus propias conquistas cuando los persas fueron repelidos. Crestonaea y Bisaltia fueron reducidas, y los macedonios siguieron avanzando hacia el este hasta casi alcanzar el río Estrimón. Algunas antiguas tribus macedonias de las colinas sucumbieron, como las de Lincéstide y Elimia, pero conservaron sus reyes, que pagaban un tributo.

A pesar de sus discrepancias, Macedonia comenzó a involucrarse poco a poco en los conflictos políticos de las ciudades-estado del sur de Grecia durante el siglo V a. C. La cultura palaciega macedonia era más micénica que helénica, mientras que las ciudades-estado griegas contaban con instituciones aristocráticas o democráticas. Pérdicas II, hijo de Alejandro el Filoheleno, dedicó su tiempo libre a provocar una guerra entre Esparta y Atenas, creó su propia Liga de Olinto con las colonias griegas cercanas a Macedonia y cambió de bando durante la guerra del Peloponeso cada vez que la traición le resultaba ventajosa.

Un nuevo tirano, Arquelao, hijo bastardo de Pérdicas, convirtió a Macedonia en una potencia económica de la región, sentó las bases de su posterior beligerancia y construyó multitud de caminos y fortalezas. Ya que los macedonios, como "bárbaros", no podían participar en los Juegos Olímpicos, Arquelao creó su propia competición. También fomentó entre su pueblo la literatura griega e incluso acogió en su corte al polémico poeta Eurípides. Arquelao, conocido por sus traiciones y su promiscuidad, fue supuestamente asesinado por una de las víctimas de su lujuria.

Con el asesinato de Arquelao en el año 399 a. C., comenzó un periodo tumultuoso a nivel interno y externo. Al no existir una línea de sucesión directa, la corte se convirtió en el escenario de conspiraciones y asesinatos, a la vez que se libraba una constante guerra civil en los territorios macedonios. Surgieron varios pretendientes al trono apoyados por ilirios, tebanos, laconios e incluso atenienses. Durante un periodo, parecía que Macedonia estaba destinada a desaparecer con la conquista de algunos territorios por parte de sus codiciosos vecinos, pero con Amintas III volvió la estabilidad.

Amintas tuvo tres hijos. El primero, Alejandro II, adoptó una política expansionista para resolver los problemas de Macedonia. Invadió el norte de Grecia, estableció guarniciones en las ciudades de Tesalia y, en un principio, se negó a retirarlas, aunque los tebanos forzaron su retirada y secuestraron a su hermano para asegurarse de que lo hacía. Tras la muerte de Alejandro II subió al trono su hermano, Pérdicas III, hasta que 4000 macedonios murieron en combate contra los ilirios, siendo él uno de ellos. El sucesor de Pérdicas, su hijo menor de edad, no tardó en ser depuesto por el tercer hijo de Amintas, Filipo II, en un giro que cambiaría la historia.

Hasta la subida al poder de Filipo II, las cualidades más destacadas de los reyes macedonios habían sido su despiadado coraje y su oportunismo y astucia en las relaciones diplomáticas. Filipo sumó el "ingenio militar" cuando se propuso que los macedonios recuperasen su reputación como intrépidos guerreros, tarea nada sencilla teniendo en cuenta los acontecimientos recientes. Además de su sobrino, había al menos otros cinco aspirantes al trono de Macedonia, y dos de ellos contaban con el apoyo de tropas extranjeras. Los ilirios, alentados tras la derrota de Pérdicas III, habían invadido Macedonia y ocupado casi todas las provincias occidentales. Peonia, al norte, y Tracia, al este, hacían sonar sus lanzas.

Filipo dedicó dos años a reformar y reorganizar el ejército, añadiendo una serie de variaciones a los usos y la organización de los hoplitas. Entre otras cosas, aumentó la longitud de la lanza y disminuyó el tamaño del escudo, incorporó una caballería pesada llamada hetairoi y creó más unidades de infantería ligera para usar como hostigadores. Cualquier amenaza para el reino era repelida con sus nuevas tácticas de yunque y martillo. Expulsó a los ilirios y, posteriormente, atacó Peonia, anexionando las regiones de Pelagonia y el sur de Peonia tras masacrar a sus ejércitos. Pero Filipo no se conformaba con conquistar a sus vecinos.

Mientras los atenienses libraban la primera Guerra Social (357 a. C. - 355 a. C.), Filipo asedió a sus aliados de Anfípolis. Tras tomar la ciudad, capturó las posesiones atenienses de Pidna y Potidea e invadió todas las zonas costeras entre el Estrimón y el Nesto para acceder a las minas de oro de los tracios, que aportarían a Macedonia unos ingresos anuales de 1000 talentos.

Tras la ocupación de Nicea, Citinio y, sobre todo, Elatea, los atenienses decidieron enfrentarse a Filipo, pero sufrieron una contundente derrota a manos de las poderosas falanges macedonias en la batalla de Queronea. El control macedonio sobre Grecia se formalizó en el Congreso de Corinto de 337 a. C., al que asistieron todas las ciudades-estado excepto Esparta. Una vez conquistada Grecia, Filipo se propuso hacer lo propio con Persia, pero fue asesinado por uno de sus guardaespaldas, Pausanias, en la celebración de la boda de su hija. En el momento de su muerte tenía 47 años y había reinado durante casi la mitad de su vida.

Alejandro III, hijo de Filipo, retomó los planes de su padre de invadir Persia y llegó a formar el mayor imperio del mundo antiguo. Aunque la historia de Alejandro Magno se cuenta detalladamente en otra entrada, su muerte supuso el fin de Macedonia. Casi todos los matrimonios concertados por Alejandro entre familias nobles de Grecia y Susa se anularon, las ciudades-estado griegas se sublevaron y surgieron varios aspirantes a la corona de Macedonia.

Tras una década en la que se derramó mucha sangre, las condiciones del tratado de paz del año 311 a. C. indicaban que cada general debía conservar sus posesiones, que todas las ciudades griegas serían independientes y que Casandro, hijo del general Antípatro, mantendría el poder sobre Macedonia hasta que el hijo de Alejandro y su esposa Roxana tuviese edad de gobernar. Casandro ordenó asesinar a Roxana y al joven Alejandro IV y fundó la dinastía antipátrida cuando se autoproclamó rey de Macedonia en el año 305 a. C.

Al fallecer Casandro de hidropesía en el año 297 a. C., la dinastía antigónida se enfrentó a la antipátrida, el país se sumió en la anarquía y los restos del imperio de Alejandro se repartieron entre distintos países. Macedonia no volvió a recuperar la estabilidad hasta el reinado de Antígono II y, con sus sucesores, incluso llegó a reafirmar su poderío militar.

Los romanos tenían otras ideas. Sus legiones derrotaron a las famosas falanges macedonias de Filipo V. Su hijo, el rey Perseo, se vio obligado a enfrentarse a los romanos cerca de Pidna en el año 168 a. C. y, tras ser derrotado, huyó a Samotracia con 6000 talentos, que representaban la mayor parte de las arcas de Macedonia. Los romanos dividieron el reino conquistado en cuatro provincias y quedaron satisfechos con recibir la mitad del tributo que los macedonios pagaban antes a su rey. Por este motivo, a pocos importó que Macedonia dejase de ser una nación independiente.
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