Fenicia establece rápidamente su imperio en las mejores secciones costeras y luego usa la habilidad de Dido para mover su capital a la mejor ciudad descubierta.

Fenicia necesita conseguir Birremes y Colonos embarcados cuanto antes. La combinación de estas dos unidades permitirá a Dido establecerse rápidamente y proteger un imperio de ciudades costeras interconectadas. Según vayas dando forma a este imperio naval comercial, deberás elegir un continente para la ubicación permanente de tu capital y usar un proyecto de Cothon para moverla a ese lugar. Si consigues que las ciudades que tengas en ese continente no sufran presión por parte de otros imperios isleños, podrás asegurar la Lealtad de tus asentamientos.

Dido, también conocida como Elisa, fue la reina que fundó la ciudad de Cartago. Lo hizo después de que alguien intentara asesinarla y huyera de su ciudad natal, Tiro. Dido aparece tanto en el mito sobre la fundación de Cartago como en la Eneida de Virgilio. Es bastante posible que fuera una persona real, aunque muchos aspectos de su vida se hayan mitificado o inventado. En cualquier caso, está claro que su historia merece la pena.

Existen documentos del siglo I de Timeo de Tauromenio y Flavio Josefo donde se la describe como la hermana de Pigmalión, el rey de Tiro. En otro documento histórico romano más detallado, donde aparece como Elisa, se cuenta que estaba casada con Acerbas, el sacerdote principal de Hércules (que seguramente fuera el dios fenicio Melqart) y el segundo hombre más poderoso de la ciudad. Pigmalión quería ostentar más poder, por lo que asesinó a Acerbas, y Dido habría corrido la misma suerte si no hubiera aceptado exiliarse de la ciudad.

El templo de Acerbas albergaba un enorme tesoro que Dido heredó. Ella sabía que Pigmalión codiciaba el tesoro, así que se le ocurrió engañarlo trasladando contenedores desde el templo hasta el puerto. Entonces, antes de partir de Tiro, Dido mandó vaciar los contenedores en el puerto a la vista de los espías de Pigmalión, asegurándose de esta manera de que la noticia llegara a sus oídos. El rey dio por hecho que Dido había sacrificado el tesoro, pero en realidad los contenedores estaban llenos de arena y los valiosos bienes de su marido estaban guardados a buen recaudo.

Después de aquello, navegó durante años por el Mediterráneo acompañada de su fiel séquito. En un momento dado, desembarcaron en Chipre, donde un grupo de mujeres jóvenes desesperadas de la isla se unieron a su grupo y acabaron convirtiéndose en las mujeres de sus soldados.

Siguieron viajando por la costa del norte de África, donde se toparon con un rey de la zona que se llamaba Hiarba. Dido negoció con él para que les permitiera establecerse allí, y le dijo que solo necesitaría la tierra que ocupara la piel de un buey, a lo que el rey accedió. Entonces Dido ordenó que cortaran el cuero del buey en tiras finas y largas y con ellas rodeó una colina que se encontraba cerca de la costa. En honor a su astucia para hacerse con aquel terreno, la principal colina de la ciudad de Cartago recibió el nombre de Birsa, que en griego significa "piel de buey".

Existen dos relatos diferentes sobre su muerte. En la Eneida, un Eneas anacrónico se detiene en la recién fundada ciudad de Cartago y Dido se enamora ciegamente de él, olvidándose de los votos hacia su difunto marido. Mercurio le recuerda a Eneas que su destino es construir una gran ciudad, así que este se marcha de repente sin ni siquiera despedirse de ella. La afligida Dido se da cuenta de que ha deshonrado la memoria de Acerbas y se clava la espada de Eneas, declarando el odio eterno entre Cartago y sus descendientes. Eneas ve la pira funeraria desde el mar y, a pesar de que por un momento siente pena por cómo se han desarrollado los acontecimientos, enseguida vuelve a la normalidad y prosigue con su misión: convertirse en un héroe. Este relato romano explica detenidamente lo que sentían los romanos por los cartaginenses, pero no se centra tanto en la historia de Dido.

La segunda versión cuenta que el rey Hiarba pide la mano de Dido a una delegación cartaginense y que amenaza con destruir Cartago si ella no acepta. Los emisarios, que conocen el temperamento de su reina, saben que no pueden comunicarle literalmente algo así, aunque eso pueda desatar una guerra. Uno de estos emisarios le explica delicadamente la situación con estas palabras: "El rey Hiarba ha pedido la mano de una de nuestras ciudadanas, y dice que destruirá la ciudad si ella no acepta su propuesta". A lo que ella contesta: "Quien se niegue a contraer matrimonio con él y condene a la ciudad deberá ser ejecutado".

Cuando se percata de que la proposición de matrimonio era para ella, Dido acepta casarse, pero antes dice que debe aplacar al espíritu de Acerbas. Para ello, erige una pira enorme y hace ofrendas antes de suicidarse, permaneciendo así leal a Acerbas y librándose de Hiarba. De esta manera, consigue ser fiel a su palabra como reina, a sus votos y a su propia independencia.

La cronología del reinado de Pigmalión y la fundación de Cartago no concuerdan del todo con la historia de Dido y sus viajes. Hay pruebas arqueológicas que demuestran su existencia, aunque algunos expertos afirman que las inscripciones hacen referencia a la diosa fenicia Tanit. Si Dido existió y fundó la ciudad de Cartago como mujer independiente y la gobernó por derecho propio como sucedía con el mito, sería un logro muy importante para aquella época. Que unos refugiados fueran capaces de establecer, desde unos comienzos humildes, los cimientos de una gran potencia en una costa hostil dice mucho de sus capacidades y de su astucia como gobernante.