La riqueza de Mansa Musa inundará sus ciudades y creará un poderoso imperio desértico.

Mali tiene una fijación especial por el oro. Esto, combinado con su habilidad para comprar con más facilidad, le permitirá desarrollar sus ciudades con rapidez. Además, también disfrutará de grandes bonificaciones por encontrarse en el desierto, lo que le permitirá prosperar en una tierra que, normalmente, no está desarrollada.

Mansa Musa era descendiente del fundador del Imperio de Mali y un hombre cuya riqueza personal y piedad aún sirven de modelo seis siglos después de su muerte. Hoy en día se le sigue considerando la persona más rica de la historia y, a pesar de ello, el dinero no lo corrompió, sino que usó su fortuna como reclamo para que eruditos y artistas viajaran a Mali y enriquecieran su imperio. La antigua ciudad de Tombuctú está estrechamente ligada a él, pues su reputación como centro comercial y cultural se debe en gran medida a sus esfuerzos.

Era nieto del fundador del Imperio de Mali, Sundiata, y ascendió al trono alrededor del 1307. Las fuentes de origen occidental no contienen mucha información sobre su reinado, excepto en el caso de su "hajj" (la peregrinación a La Meca que dicta el islam) en 1324. No obstante, Mansa Musa no fue un peregrino cualquiera.

Se estima que su cortejo estaba formado por 60 000 hombres, incluidos 12 000 esclavos vestidos con ropas lujosas. A la vanguardia del cortejo marchaban 500 esclavos que portaban sacos de polvo de oro o bastones dorados, mientras que la retaguardia estaba formada por una hilera de camellos cargados de oro. Se dice que cada noche, cuando la caravana se detenía, el devoto Mansa Musa pagaba para erigir una mezquita en ese lugar. Al llegar a El Cairo, Musa hizo llover oro de verdad en la ciudad, consiguiendo que los cronistas e historiadores de la época agotaran los superlativos para describir su generosidad. La economía de una de las ciudades comerciales más grandes del mundo se colapsó frente a tal avalancha de oro. Un historiador que pasó por El Cairo doce años después de esta visita descubrió que los locales aún alababan al emperador y que la economía seguía recuperándose de la gran inyección de oro, una hazaña nada desdeñable, puesto que El Cairo había sido testigo del auge y la caída de numerosos gobernadores durante milenios, y que los hastiados cronistas no elogiaban a cualquiera.

Durante su "hajj", Musa reclutó a muchos eruditos, científicos y juristas del mundo islámico con la intención de reubicarlos en su imperio y poner a disposición de sus súbditos las enseñanzas más recientes. En su ausencia, el general Sagamadir completó la conquista del reino vecino de Songhai, anexionando las prósperas ciudades de Goa y Tombuctú al Imperio de Mali. Mansa Musa volvió a casa pasando por los nuevos terrenos conquistados.

Tombuctú recibió magnanimidad imperial. El poeta y arquitecto granadino Ishaq al-Sahili recibió el encargo de construir nuevas mezquitas (puede que la más famosa de ellas sea la mezquita de Djingareyber) y supervisar la ampliación de la universidad de Sankore. Actualmente, estas peculiares construcciones de tierra siguen siendo famosas y reconocidas en todo el mundo. Sankore albergaba la colección de libros más grande de África (medio millón de obras aproximadamente) desde la biblioteca de Alejandría.

Aunque no se conoce la fecha exacta de su muerte, la mayoría de fuentes occidentales la sitúan en el año 1332. Le sucedió su hijo Maghan Keita I, a quien legó un imperio más extenso del que había recibido. Los comerciantes malienses viajaban hasta ciudades tan lejanas como El Cairo, y Tombuctú recibía estudiantes de todos los rincones de África. Según todos los testimonios, su comportamiento personal fue correcto y moral (aunque estuvo a punto de provocar un incidente diplomático al ignorar al sultán de El Cairo para atender sus prácticas religiosas durante el "hajj"). Uno de sus logros fue dar a conocer Mali al mundo, a la vez que importaba enseñanzas e ideas de otros territorios. Además, en lugar de usar su inmensa riqueza para su propio beneficio, la empleó como herramienta para el florecimiento de Mali.