Los cri son tremendamente poderosos en los primeros compases de la partida y su talento para el comercio impulsa a largo plazo sus ventajas iniciales.

Con los cri no resulta difícil elegir qué unidad militar debes entrenar primero. El Okihtcitaw empieza la partida con un ascenso gratis, de manera que tiene ventaja al explorar respecto al resto de civilizaciones. Combinado con una fuerza de combate superior, es prácticamente innecesario crear Guerreros para proteger tus primeras ciudades. Otra buena elección inicial para los cri es la investigación de la tecnología Alfarería, que te permitirá establecer pronto una Ruta comercial con una ciudad extranjera que hayas descubierto con tu unidad exclusiva de reconocimiento, a la vez que amplías tu territorio. Poundmaker es un comerciante y un negociador excepcional que aumentará sus ingresos si comercia con ciudades en las que haya Campamentos y Pastizales. A mitad de partida y hacia el final, es importante formar alianzas para ampliar tu visión del mundo y ver qué hacen tus adversarios.

Poundmaker fue jefe cri durante un periodo de crisis. Muy comprometido por alcanzar la paz con el gobierno canadiense y por proteger a su pueblo, negoció acuerdos imposibles y fue acusado falsamente y juzgado por traición.

Hijo de un chamán nakoda y una métis, Poundmaker nació hacia 1842 cerca de Battleford en la actual Saskatchewan. Su padre era un famoso "llamador" de bisontes (una persona que atrae a los bisontes para cercarlos). Poundmaker (el que hace cercas), como su padre, dominaba esta técnica y era además un excelente orador.

Una cerca de bisontes es una especie de corral con una entrada estrecha para meter a los animales. El llamador de bisontes canta para atraer a la principal hembra de la manada y meterla en la cerca; el resto de bisontes siguen a la hembra y los cazadores pueden matar fácilmente a toda la manada. Fue una evolución de otras técnicas de caza de bisontes (como llevar a la manada hasta un acantilado), pero era menos traumática para el animal y más sencilla para el cazador. Los llamadores de bisontes eran muy respetados y esta práctica tenía una gran importancia práctica y espiritual para el pueblo.

En 1873, Poundmaker fue adoptado por Pie de Cuervo, jefe de los pies negros que firmó la paz con los cri tras una época de guerras y disputas. A la mujer de Pie de Cuervo, Poundmaker le recordaba a un hijo que acababan de perder en una batalla contra los cri, por lo que decidieron adoptarlo. Pasó a llamarse Makoyikohin (Lobo Patas Delgadas) y vivió con los pies negros durante cinco años, lo cual mejoró su posición tanto con los cri como con los pies negros, hasta convertirse en consejero y ayudante del jefe de los cri.

En agosto de 1876, los cri estaban en plenas negociaciones del Tratado número 6 con el gobierno canadiense en Fort Carlton. Poundmaker se mostraba escéptico y se oponía a algunos de los términos. Quiso incluir una cláusula por hambruna y que el gobierno ayudase a los cri a aprender técnicas agrícolas y comerciales. Finalmente, fue uno de los firmantes del Tratado 6 pero siguió cazando bisontes hasta 1879 y cruzó la frontera de los Estados Unidos.

En Montana, la banda de Poundmaker se enfrentó a la caballería de Estados Unidos pero acabó regresando a Canadá tras batirse en retirada y se instaló en una reserva en la confluencia del río Battle y el arroyo Cut Knife. A pesar de sus recelos iniciales sobre las reservas, Poundmaker se esforzó por aprender a arar y cultivar la tierra para ser autosuficiente y no depender de las raciones del gobierno.

En 1881, Poundmaker fue intérprete y guía del gobernador general del territorio entre Battleford y Calgary. La comitiva quedó impresionada con las ideas pacíficas y los conocimientos culturales de su guía. Por otro lado, Poundmaker empieza a darse cuenta del poder del gobierno y de los colonos blancos, así como de los peligros de enfrentarse a ellos, por lo que insta a su banda públicamente a mantener una actitud pacífica.

Su defensa de la paz pronto fue puesta a prueba. En 1883, la escasez de suministros en las reservas, los recortes en personal en el departamento de asuntos indios y el frío invierno de 1883-1884 provocaron hambruna y desesperación. En junio de 1884, bandas de guerra lideradas por jóvenes guerreros y muchos grupos, incluidos los liderados por el líder cri Gran Oso, se reunieron en la reserva de Poundmaker para analizar la situación durante la ceremonia de la danza de la lluvia.

La Policía Montada del Noroeste intentó en vano interrumpir la ceremonia y solicitó refuerzos en la zona de Battleford. Uno de los integrantes de las Naciones Originarias fue acusado de agredir a un agente de la reserva y, cuando la policía iba a arrestarlo, Poundmaker y Gran Oso se negaron a entregarlo hasta que no finalizase la ceremonia. Incidentes como este fueron minando la confianza de los cri y el gobierno.

Precisamente, si algo escaseaba era confianza y este tipo de incidentes iban a ir a peor. En 1885, el líder métis Louis Riel regresó de su exilio en Montana y varias bandas cri, assinibone y métis comenzaron a sublevarse en la región. Tras la victoria de los métis en el lago Duck, Poundmaker y los cri debían tomar una decisión muy importante.

Los guerreros cri querían unirse a la rebelión de Riel. Poundmaker prefería no verse arrastrado a participar en el conflicto. Tras aliarse con otras bandas nakoda, Poundmaker fue a Battleford para negociar un acuerdo de paz y la entrega de más raciones y suministros, pero los colonos habían abandonado el pueblo. A pesar de los esfuerzos de Poundmaker, Battleford fue saqueado y las bandas regresaron a la reserva.

En la mañana del 2 de mayo de 1885, fuerzas del gobierno lideradas por el teniente coronel Otter atacaron el campamento de Poundmaker porque creían que este se había sublevado. Tras una intensa escaramuza, Otter y sus hombres se retiraron. Poundmaker tuvo que intervenir para impedir que los guerreros cri y nakoda persiguiesen a las tropas en retirada, evitando así que se derramase más sangre. Poundmaker intervino de nuevo cuando su banda capturó un convoy de suministros del gobierno e impidió que los guerreros matasen a los conductores de los carros.

Poco después, la derrota de Louis Riel en la batalla de Batoche supuso el fin de la rebelión en el noroeste. Poundmaker envió una carta a un sacerdote, el padre Louis Cochin, y un mensaje a las fuerzas del gobierno para alcanzar un acuerdo de paz. El 26 de mayo, Poundmaker y su banda fueron a Battleford una vez más con la intención de negociar su rendición.

El gobierno no estaba para negociaciones. Al entrar al fuerte, Poundmaker y sus seguidores fueron detenidos y acusados de traicionar al gobierno. Fue juzgado en Regina, declarado culpable tras hora y media de deliberación del jurado, sentenciado a tres años de cárcel y puesto en libertad condicional tras pasar un año en prisión. Ese año hizo mella en su salud, tanto física como mental, y murió poco después a consecuencia de una hemorragia pulmonar mientras visitaba a su padre adoptivo, Pie de Cuervo, en la reserva de los pies negros.

Tras su muerte, sus logros no tardaron en ser reconocidos. Su compromiso con una paz duradera y justa entre los cri y el gobierno era producto de su visión de futuro y dignidad. Participó en negociaciones de paz en guerras entre Naciones Originarias, negoció de buena fe y mantuvo una actitud conciliadora con el gobierno canadiense e hizo todo lo posible para que las injusticias y los agravios del gobierno no derivasen en un aumento incontrolado de la violencia por pura venganza. En la actualidad, tanto los cri como los canadienses reconocen y honran su legado.