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Sundiata Keita
Habilidad exclusiva

Sogolon

Cuesta un 20 % menos de Oro reclutar Grandes personajes y el Mercado obtiene 2 espacios de Grandes obras de la literatura . Las Grandes obras de la literatura reciben +4 de Oro y +2 de Producción .

Resumen
Sundiata Keita no tiene tantas riquezas como su descendiente, pero estas siguen bastando para competir con Rusia en la búsqueda de Grandes escritores.
Visión detallada
Sundiata Keita destaca en dos cosas sobre todo: el Oro y las Grandes obras de la literatura . La habilidad Canciones del jeli de Mali perjudica la Producción , pero lo compensa generando Oro . El mansa recibe más Oro todavía por las bonificaciones de adyacencia del Suguba y el Oro que obtiene la caballería de Mandekalu por las muertes. La habilidad de Sundiata Keita para comprar Grandes personajes más baratos se emplea mejor en adquirir Grandes escritores capaces de crear Grandes obras de la literatura más impactantes aún. Una victoria cultural es la mejor adquisición que puede hacer Sundiata Keita.
Contexto histórico
El Imperio de Mali surgió de las cenizas de Ghana (Wagadu). Mali ya era un pequeño estado en los bordes del Sahel, esa región árida en la franja sur del Sáhara. Pero cuando Wagadu cayó, estas potencias más pequeñas vieron la oportunidad. Y, para Mali, esta se encarnó en Sundiata Keita, el León de Mali, hacia 1230.

Según la Epopeya de Sundiata, el origen del León no fue propicio. Su madre, Sogolon, era una plebeya conocida de forma poco sutil como "la mujer búfalo". Pero eso formaba parte de la profecía pues, según contaba, si Nare Maghann Konate, el rey mandé, se casaba con ella, esta engendraría a un gran rey.

Así fue como Sundiata nació de Konate y Sogolon. No era muy popular, ya que adquirió la apariencia de su madre y su estado físico era tal que no pudo caminar durante gran parte de su infancia. Durante su juventud, Sundiata luchó contra su condición, así como contra el rencor de su hermanastro, de linaje noble. Se esforzó para caminar, rompiendo las barras de hierro que los herreros habían forjado para él, y solo lo logró bajo la firme dirección de su madre (o con la fuerza de un baobab, según algunos relatos).

Pero las penurias familiares acababan de empezar: a la muerte de su padre, Sundiata y Sogolon fueron desterrados y tuvieron que deambular por el Sahel en busca de cobijo. Todas las tribus los rechazaron, excepto una, el reino de Mema. Allí refugiado, Sundiata aprendió a cazar y a luchar, y demostró su valía.

Durante su ausencia, diversos acontecimientos se desarrollaron en la región. Sumaoro Kante, un rey hechicero, se alzó y comenzó a conquistar los restos de Wagadu. Atemorizado, el pueblo maliense buscó a su rey profetizado en el exilio. Tras encontrarlo, Sundiata regresó a Mali con tan solo 18 años, unificó los reinos dispersos y derrotó al hechicero.

La historia contada en la "Epopeya de Sundiata" tiene algunos sesgos. Los registros más recientes proceden de fuentes musulmanas y, por tanto, representarían sin duda a cualquier dirigente de religión indígena como a un hechicero cruel y malvado. En estas historias, Sundiata fue un rey musulmán justo que creó una dinastía musulmana. Pero la mayoría de malienses de la época no eran musulmanes y lo más probable es que su propia religión no fuera el islam, aunque sí acabó siendo la religión mayoritaria de las élites de Mali una o dos generaciones más tarde. De hecho, el explorador Ibn Battuta se queja de las prácticas poco ortodoxas en la corte maliense casi cien años después, aunque señala que los nobles profesan la fe.

Bajo el reinado de mansa (rey) Sundiata, Mali no alcanzaría la misma magnitud y riqueza que con Musa, su sobrino nieto. Sin embargo, Sundiata creó una monarquía federal en África Occidental, en la que varios reinos vasallos tenían representantes que hablaban en nombre de su pueblo. Fue el inicio de los sucesores de Wagadu, que incluirían a Mali y a Songhai, entre otros.

Mansa Sundiata murió joven, probablemente intentando cruzar un río. Su tumba está escondida, como lo están todas las tumbas de los reyes malienses.
icon_leader_default
Pero nunca intentes revelar el misterio que Mali te esconde. No vayas a las ciudades muertas a cuestionar el pasado, ya que los espíritus no perdonan. No intentes saber lo que está prohibido saber.

Rasgos

Civilizaciones

Preferencias

Agendas
León de Mali
Quiere ser la civilización con más Turismo y no le gustan aquellas que le hacen la competencia.
Religión
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Pero nunca intentes revelar el misterio que Mali te esconde. No vayas a las ciudades muertas a cuestionar el pasado, ya que los espíritus no perdonan. No intentes saber lo que está prohibido saber.

Rasgos

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Preferencias

Agendas
León de Mali
Quiere ser la civilización con más Turismo y no le gustan aquellas que le hacen la competencia.
Religión
Habilidad exclusiva

Sogolon

Cuesta un 20 % menos de Oro reclutar Grandes personajes y el Mercado obtiene 2 espacios de Grandes obras de la literatura . Las Grandes obras de la literatura reciben +4 de Oro y +2 de Producción .

Resumen
Sundiata Keita no tiene tantas riquezas como su descendiente, pero estas siguen bastando para competir con Rusia en la búsqueda de Grandes escritores.
Visión detallada
Sundiata Keita destaca en dos cosas sobre todo: el Oro y las Grandes obras de la literatura . La habilidad Canciones del jeli de Mali perjudica la Producción , pero lo compensa generando Oro . El mansa recibe más Oro todavía por las bonificaciones de adyacencia del Suguba y el Oro que obtiene la caballería de Mandekalu por las muertes. La habilidad de Sundiata Keita para comprar Grandes personajes más baratos se emplea mejor en adquirir Grandes escritores capaces de crear Grandes obras de la literatura más impactantes aún. Una victoria cultural es la mejor adquisición que puede hacer Sundiata Keita.
Contexto histórico
El Imperio de Mali surgió de las cenizas de Ghana (Wagadu). Mali ya era un pequeño estado en los bordes del Sahel, esa región árida en la franja sur del Sáhara. Pero cuando Wagadu cayó, estas potencias más pequeñas vieron la oportunidad. Y, para Mali, esta se encarnó en Sundiata Keita, el León de Mali, hacia 1230.

Según la Epopeya de Sundiata, el origen del León no fue propicio. Su madre, Sogolon, era una plebeya conocida de forma poco sutil como "la mujer búfalo". Pero eso formaba parte de la profecía pues, según contaba, si Nare Maghann Konate, el rey mandé, se casaba con ella, esta engendraría a un gran rey.

Así fue como Sundiata nació de Konate y Sogolon. No era muy popular, ya que adquirió la apariencia de su madre y su estado físico era tal que no pudo caminar durante gran parte de su infancia. Durante su juventud, Sundiata luchó contra su condición, así como contra el rencor de su hermanastro, de linaje noble. Se esforzó para caminar, rompiendo las barras de hierro que los herreros habían forjado para él, y solo lo logró bajo la firme dirección de su madre (o con la fuerza de un baobab, según algunos relatos).

Pero las penurias familiares acababan de empezar: a la muerte de su padre, Sundiata y Sogolon fueron desterrados y tuvieron que deambular por el Sahel en busca de cobijo. Todas las tribus los rechazaron, excepto una, el reino de Mema. Allí refugiado, Sundiata aprendió a cazar y a luchar, y demostró su valía.

Durante su ausencia, diversos acontecimientos se desarrollaron en la región. Sumaoro Kante, un rey hechicero, se alzó y comenzó a conquistar los restos de Wagadu. Atemorizado, el pueblo maliense buscó a su rey profetizado en el exilio. Tras encontrarlo, Sundiata regresó a Mali con tan solo 18 años, unificó los reinos dispersos y derrotó al hechicero.

La historia contada en la "Epopeya de Sundiata" tiene algunos sesgos. Los registros más recientes proceden de fuentes musulmanas y, por tanto, representarían sin duda a cualquier dirigente de religión indígena como a un hechicero cruel y malvado. En estas historias, Sundiata fue un rey musulmán justo que creó una dinastía musulmana. Pero la mayoría de malienses de la época no eran musulmanes y lo más probable es que su propia religión no fuera el islam, aunque sí acabó siendo la religión mayoritaria de las élites de Mali una o dos generaciones más tarde. De hecho, el explorador Ibn Battuta se queja de las prácticas poco ortodoxas en la corte maliense casi cien años después, aunque señala que los nobles profesan la fe.

Bajo el reinado de mansa (rey) Sundiata, Mali no alcanzaría la misma magnitud y riqueza que con Musa, su sobrino nieto. Sin embargo, Sundiata creó una monarquía federal en África Occidental, en la que varios reinos vasallos tenían representantes que hablaban en nombre de su pueblo. Fue el inicio de los sucesores de Wagadu, que incluirían a Mali y a Songhai, entre otros.

Mansa Sundiata murió joven, probablemente intentando cruzar un río. Su tumba está escondida, como lo están todas las tumbas de los reyes malienses.