En 1857, la India se sublevó contra la opresión británica. La rebelión fracasó, pero en medio del caos, un joven llamado Jamsetji Nusserwanji Tata daría comienzo su misión para curar su patria y transformarla en un país industrializado. Comprendió que la libertad no significaba mucho sin estabilidad económica. La empresa que fundó creció hasta convertirse en un conglomerado global formado por casi 100 empresas, que ofrecen a sus empleados prestaciones como asistencia médica, educación para los niños y empleados, pensiones y bajas por maternidad.

El gobierno colonial trató sin éxito de poner freno a las ambiciones de Tata. Este hombre de mundo comprendió que la industria textil podía generar grandes beneficios, y abrió una fábrica de algodón en Bombay. En la actualidad, el Grupo Tata opera en sectores como el químico, el de las comunicaciones, los bienes de consumo, la energía, la ingeniería, los materiales y los servicios.