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Zululandia

Líderes

Araucania
Habilidad exclusiva

Toqui

Las ciudades que cuenten con un Gobernador establecido dan +5% a Cultura , +5% a Producción y +10% a la experiencia en combate a todas las unidades entrenadas en esta ciudad. Estas cifras se triplican en las ciudades que no hayan fundado los mapuches. Todas las ciudades que estén a 9 casillas o menos de una ciudad con el Gobernador ganan +4 de Lealtad hacia tu civilización por turno.

Contexto histórico
Pese a que en su lengua nativa "mapuche" significa "Pueblo de la Tierra", los conquistadores españoles los llamaron "araucanos", un apodo que se cree que proviene de su nombre para la región (y que la mayoría considera despectivo hoy). Los mapuches son los habitantes de la parte central de Chile y partes de Argentina y su gran tenacidad les ha permitido sobrevivir a innumerables incursiones y dificultades a lo largo de sus casi 2500 años de historia.

Los mapuches eran una colaboración dispersa de varios grupos geográficamente diversos (incluidos los picunches del norte, los huilliches del sur y los moluches del centro de Chile) que estaban vinculados por tradiciones compartidas y prácticas sociales comunes y que se unían cuando era necesario para comerciar o para hacer frente común contra las amenazas externas.

Antes de la llegada de los conquistadores españoles, a comienzos del siglo XVI, estas amenazas procedían principalmente del Imperio inca, en el norte de Chile. Los incas, un pueblo poderoso y bien organizado, se pasaron años fundando asentamientos en el territorio recién capturado.

La campaña expansionista inca culminó finalmente en la batalla del Maule, en la que se encontraron con un ejército de unos 20 000 guerreros mapuches en el río de este nombre. Después de combatir durante varios días, ningún bando consiguió una ventaja clara, pero los incas renunciaron finalmente a su marcha hacia el sur, por lo que los mapuches se hicieron con la victoria ante los invasores. Como nos cuenta la historia, su estancamiento aquí marcó un punto de inflexión, ya que los incas no conquistaron más territorios mapuches después de esta batalla decisiva.

Los mapuches vivieron durante siglos en comunidades agrícolas dispersas por todo Chile, aunque no siempre estaban unidos por la guerra. Pese a compartir tradiciones y cultura, en aquel momento los mapuches abarcaban un gran número de aldeas independientes, cada una gobernada por su propio jefe local.

Estos primeros asentamientos dependían en gran medida de prácticas agrícolas básicas y utilizaban con gran profusión técnicas de tala y quema para limpiar áreas boscosas donde cultivar (las patatas eran su alimento básico). A medida que pasó el tiempo y los mapuches expandieron lentamente su dominio de Chile a Argentina, se adaptaron a un estilo de vida más nómada.

Con la llegada de los españoles en 1536, los mapuches no solo se vieron obligados a avanzar en su comprensión de las tácticas y estrategias militares sino que además la sociedad en su conjunto cambió como resultado de las primeras conquistas. Al tener que afrontar las atrocidades de la guerra y el desplazamiento, los mapuches pasaron de una estructura económica de subsistencia basada en la agricultura a depender más de la caza y la recolección. Durante este período, los españoles fueron responsables de introducir gran variedad de animales en el continente, incluidos los primeros caballos que se vieron ahí. Los mapuches no tuvieron más remedio que adaptarse, y así lo hicieron.

Durante la década siguiente, se libraron innumerables escaramuzas en las que los españoles –liderados por el gobernador Pedro de Valdivia– fueron haciendo incursiones contra los mapuches y capturando grandes partes de su territorio. Fue durante este período que el jefe de guerra más famoso de los mapuches, Lautaro, empezó a destacar.

Los españoles capturaron a Lautaro, al cual Valdivia impuso una servidumbre forzosa, y ahí aprendió de primera mano los métodos y tácticas de los conquistadores y llegó a convertirse en un jinete consumado. Cuando por fin logró escapar, Lautaro regresó con los mapuches llevando consigo estos nuevos conocimientos de los españoles y ascendió al cargo de vicejefe de guerra poco después. Como los españoles siguieron expansionándose por los territorios mapuches, estos no vieron otra alternativa que unir sus fuerzas para una guerra total.

En 1553, Lautaro y otro toqui conocido como Caupolicán atacaron el fuerte español en el pueblo de Tucapel con unos 6000 guerreros mapuches, invadieron el asentamiento y lo arrasaron antes de que los conquistadores pudieran reforzar su posición. Esto marcó el comienzo de un conflicto con los españoles que se prolongaría a lo largo de casi 300 años de historia, antes de que la Guerra de la Independencia de Chile finalmente liberara a la nación chilena del dominio español para siempre.

A mediados del siglo XIX, los mapuches ya no se enfrentaban a amenazas del exterior, pero tenían una preocupación igualmente problemática: la invasión de los asentamientos chilenos. A medida que el gobierno de Chile trataba de reconstruir y expandir las industrias locales, en especial la agricultura, los mapuches vieron su territorio sitiado una vez más.

A diferencia de las conquistas españolas, en un principio Chile trató de incorporar a las comunidades Mapuche "pacíficamente", anexionándose sus territorios y obligando a irse a sus habitantes cuando fuera necesario. Por supuesto, esto sumió a los desplazados locales en la pobreza y les dejó con pocas más opciones que rebelarse contra el reasentamiento forzado. Una campaña de escaramuzas redujo considerablemente la población mapuche cuando los ejércitos chilenos saquearon sus tierras, destruyendo cosechas y apoderándose del ganado a medida que avanzaban. La guerra prosiguió durante más de una década mientras Chile consolidaba la nación lentamente.

Según algunos relatos, la población total del pueblo mapuche se redujo en más del 50% y quedó en menos de 100 000 restantes en los albores del siglo XX. Se puede decir con certeza que los mapuches sufrieron enormemente como resultado de los esfuerzos del gobierno por desplazar a miles de ellos de sus tierras ancestrales.

En la actualidad, muchos mapuches siguen luchando por una mayor igualdad y por el reconocimiento de su cultura y tradiciones. A pesar de que más de 1 000 000 de ciudadanos dicen tener una ascendencia mapuche, su falta de representación en el gobierno chileno ha dificultado que los mapuches tengan una voz. Las protestas esporádicas desde la década de 1990 a menudo han acabado en violencia, con el gobierno declarando terroristas a muchos activistas indígenas. Al igual que muchos grupos nativos que fueran obligados a abandonar sus tierras durante los períodos de desarrollo nacional e internacional, los mapuches buscan sobre todo que se reintegren las fronteras históricas de su territorio. Aunque la sensibilidad pública respecto a sus preocupaciones ha aumentado en los últimos años, su lucha continúa hasta nuestros días.
PortraitSquare
icon_civilization_mapuche

Rasgos

Líderes
icon_leader_lautaro
Lautaro
Unidades especiales
icon_unit_mapuche_malon_raider
Incursor del malón
Infraestructura especial
icon_improvement_chemamull
Chemamull

Geografía y datos sociales

Ubicación
Sudamérica occidental, en las modernas regiones de Chile, así como partes de Argentina y la Patagonia
Tamaño
Dispersos por un área de al menos 775 000 kilómetros cuadrados
Población
700-800 000 en el s. XVI; aproximadamente; 1,7 millones de descendientes actuales
Capital
Carecen de capital centralizada.
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Lautaro
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Geografía y datos sociales

Ubicación
Sudamérica occidental, en las modernas regiones de Chile, así como partes de Argentina y la Patagonia
Tamaño
Dispersos por un área de al menos 775 000 kilómetros cuadrados
Población
700-800 000 en el s. XVI; aproximadamente; 1,7 millones de descendientes actuales
Capital
Carecen de capital centralizada.
Habilidad exclusiva

Toqui

Las ciudades que cuenten con un Gobernador establecido dan +5% a Cultura , +5% a Producción y +10% a la experiencia en combate a todas las unidades entrenadas en esta ciudad. Estas cifras se triplican en las ciudades que no hayan fundado los mapuches. Todas las ciudades que estén a 9 casillas o menos de una ciudad con el Gobernador ganan +4 de Lealtad hacia tu civilización por turno.

Contexto histórico
Pese a que en su lengua nativa "mapuche" significa "Pueblo de la Tierra", los conquistadores españoles los llamaron "araucanos", un apodo que se cree que proviene de su nombre para la región (y que la mayoría considera despectivo hoy). Los mapuches son los habitantes de la parte central de Chile y partes de Argentina y su gran tenacidad les ha permitido sobrevivir a innumerables incursiones y dificultades a lo largo de sus casi 2500 años de historia.

Los mapuches eran una colaboración dispersa de varios grupos geográficamente diversos (incluidos los picunches del norte, los huilliches del sur y los moluches del centro de Chile) que estaban vinculados por tradiciones compartidas y prácticas sociales comunes y que se unían cuando era necesario para comerciar o para hacer frente común contra las amenazas externas.

Antes de la llegada de los conquistadores españoles, a comienzos del siglo XVI, estas amenazas procedían principalmente del Imperio inca, en el norte de Chile. Los incas, un pueblo poderoso y bien organizado, se pasaron años fundando asentamientos en el territorio recién capturado.

La campaña expansionista inca culminó finalmente en la batalla del Maule, en la que se encontraron con un ejército de unos 20 000 guerreros mapuches en el río de este nombre. Después de combatir durante varios días, ningún bando consiguió una ventaja clara, pero los incas renunciaron finalmente a su marcha hacia el sur, por lo que los mapuches se hicieron con la victoria ante los invasores. Como nos cuenta la historia, su estancamiento aquí marcó un punto de inflexión, ya que los incas no conquistaron más territorios mapuches después de esta batalla decisiva.

Los mapuches vivieron durante siglos en comunidades agrícolas dispersas por todo Chile, aunque no siempre estaban unidos por la guerra. Pese a compartir tradiciones y cultura, en aquel momento los mapuches abarcaban un gran número de aldeas independientes, cada una gobernada por su propio jefe local.

Estos primeros asentamientos dependían en gran medida de prácticas agrícolas básicas y utilizaban con gran profusión técnicas de tala y quema para limpiar áreas boscosas donde cultivar (las patatas eran su alimento básico). A medida que pasó el tiempo y los mapuches expandieron lentamente su dominio de Chile a Argentina, se adaptaron a un estilo de vida más nómada.

Con la llegada de los españoles en 1536, los mapuches no solo se vieron obligados a avanzar en su comprensión de las tácticas y estrategias militares sino que además la sociedad en su conjunto cambió como resultado de las primeras conquistas. Al tener que afrontar las atrocidades de la guerra y el desplazamiento, los mapuches pasaron de una estructura económica de subsistencia basada en la agricultura a depender más de la caza y la recolección. Durante este período, los españoles fueron responsables de introducir gran variedad de animales en el continente, incluidos los primeros caballos que se vieron ahí. Los mapuches no tuvieron más remedio que adaptarse, y así lo hicieron.

Durante la década siguiente, se libraron innumerables escaramuzas en las que los españoles –liderados por el gobernador Pedro de Valdivia– fueron haciendo incursiones contra los mapuches y capturando grandes partes de su territorio. Fue durante este período que el jefe de guerra más famoso de los mapuches, Lautaro, empezó a destacar.

Los españoles capturaron a Lautaro, al cual Valdivia impuso una servidumbre forzosa, y ahí aprendió de primera mano los métodos y tácticas de los conquistadores y llegó a convertirse en un jinete consumado. Cuando por fin logró escapar, Lautaro regresó con los mapuches llevando consigo estos nuevos conocimientos de los españoles y ascendió al cargo de vicejefe de guerra poco después. Como los españoles siguieron expansionándose por los territorios mapuches, estos no vieron otra alternativa que unir sus fuerzas para una guerra total.

En 1553, Lautaro y otro toqui conocido como Caupolicán atacaron el fuerte español en el pueblo de Tucapel con unos 6000 guerreros mapuches, invadieron el asentamiento y lo arrasaron antes de que los conquistadores pudieran reforzar su posición. Esto marcó el comienzo de un conflicto con los españoles que se prolongaría a lo largo de casi 300 años de historia, antes de que la Guerra de la Independencia de Chile finalmente liberara a la nación chilena del dominio español para siempre.

A mediados del siglo XIX, los mapuches ya no se enfrentaban a amenazas del exterior, pero tenían una preocupación igualmente problemática: la invasión de los asentamientos chilenos. A medida que el gobierno de Chile trataba de reconstruir y expandir las industrias locales, en especial la agricultura, los mapuches vieron su territorio sitiado una vez más.

A diferencia de las conquistas españolas, en un principio Chile trató de incorporar a las comunidades Mapuche "pacíficamente", anexionándose sus territorios y obligando a irse a sus habitantes cuando fuera necesario. Por supuesto, esto sumió a los desplazados locales en la pobreza y les dejó con pocas más opciones que rebelarse contra el reasentamiento forzado. Una campaña de escaramuzas redujo considerablemente la población mapuche cuando los ejércitos chilenos saquearon sus tierras, destruyendo cosechas y apoderándose del ganado a medida que avanzaban. La guerra prosiguió durante más de una década mientras Chile consolidaba la nación lentamente.

Según algunos relatos, la población total del pueblo mapuche se redujo en más del 50% y quedó en menos de 100 000 restantes en los albores del siglo XX. Se puede decir con certeza que los mapuches sufrieron enormemente como resultado de los esfuerzos del gobierno por desplazar a miles de ellos de sus tierras ancestrales.

En la actualidad, muchos mapuches siguen luchando por una mayor igualdad y por el reconocimiento de su cultura y tradiciones. A pesar de que más de 1 000 000 de ciudadanos dicen tener una ascendencia mapuche, su falta de representación en el gobierno chileno ha dificultado que los mapuches tengan una voz. Las protestas esporádicas desde la década de 1990 a menudo han acabado en violencia, con el gobierno declarando terroristas a muchos activistas indígenas. Al igual que muchos grupos nativos que fueran obligados a abandonar sus tierras durante los períodos de desarrollo nacional e internacional, los mapuches buscan sobre todo que se reintegren las fronteras históricas de su territorio. Aunque la sensibilidad pública respecto a sus preocupaciones ha aumentado en los últimos años, su lucha continúa hasta nuestros días.
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