Un distrito para emplazamientos culturales en la ciudad.
Contexto histórico
A finales del siglo XIX, cuando la clase media de las ciudades empezó a "culturizarse", exigía espectáculos más sofisticados que las peleas contra osos o los combates de boxeo sin guantes. Fue entonces cuando proliferaron los "barrios de los teatros" en zonas donde ya existían auditorios, museos y teatros financiados por la clase alta. Así, cuando en 1883 abrió sus puertas la Metropolitan Opera House de Nueva York en Broadway, el barrio comenzó a llenarse de restaurantes y salas de conciertos. A principios del siglo XIX, la zona londinense de West End, donde hoy en día siguen estando la mayoría de los teatros, se fue expandiendo a partir de la Royal Opera House en Covent Garden. Con el tiempo, estos barrios también empezaron a acoger estudios de grabación, emisoras de radio y oficinas de representantes y productores.
Un distrito para emplazamientos culturales en la ciudad.
Contexto histórico
A finales del siglo XIX, cuando la clase media de las ciudades empezó a "culturizarse", exigía espectáculos más sofisticados que las peleas contra osos o los combates de boxeo sin guantes. Fue entonces cuando proliferaron los "barrios de los teatros" en zonas donde ya existían auditorios, museos y teatros financiados por la clase alta. Así, cuando en 1883 abrió sus puertas la Metropolitan Opera House de Nueva York en Broadway, el barrio comenzó a llenarse de restaurantes y salas de conciertos. A principios del siglo XIX, la zona londinense de West End, donde hoy en día siguen estando la mayoría de los teatros, se fue expandiendo a partir de la Royal Opera House en Covent Garden. Con el tiempo, estos barrios también empezaron a acoger estudios de grabación, emisoras de radio y oficinas de representantes y productores.