Un distrito para instalaciones militares en la ciudad.
Contexto histórico
Cuando un gobernante de la antigüedad decidió que, en lugar de un grupo de campesinos con garrotes, requería un ejército profesional, surgió la necesidad de contar con un sitio donde alojar a ese ejército. Para evitar que los soldados se mezclasen con el pueblo llano, se establecieron campamentos para acuartelar e instruir a las tropas. Los campamentos solían estar fortificados y disponían de barracones, establos, almacenes, campos de entrenamiento y otras instalaciones para cubrir todas las necesidades del ejército. Algunos, como los del Imperio romano, podían albergar a toda una legión. De hecho, las leyes y las tradiciones romanas prohibían la entrada de la legión a las ciudades, prohibición que Lucio Sila ignoró cuando en el año 87 a. C. entró en Roma con sus legionarios y se convirtió en dictador de la República.
Un distrito para instalaciones militares en la ciudad.
Contexto histórico
Cuando un gobernante de la antigüedad decidió que, en lugar de un grupo de campesinos con garrotes, requería un ejército profesional, surgió la necesidad de contar con un sitio donde alojar a ese ejército. Para evitar que los soldados se mezclasen con el pueblo llano, se establecieron campamentos para acuartelar e instruir a las tropas. Los campamentos solían estar fortificados y disponían de barracones, establos, almacenes, campos de entrenamiento y otras instalaciones para cubrir todas las necesidades del ejército. Algunos, como los del Imperio romano, podían albergar a toda una legión. De hecho, las leyes y las tradiciones romanas prohibían la entrada de la legión a las ciudades, prohibición que Lucio Sila ignoró cuando en el año 87 a. C. entró en Roma con sus legionarios y se convirtió en dictador de la República.