Cuando el "pan y circo" no mantenía contentas a las masas, el teatro era una forma de distraerlas. El anfiteatro es un recinto exterior (el uso moderno del término es algo impreciso) destinado a actuaciones, eventos deportivos y discursos públicos. Aunque anteriormente se habían celebrado espectáculos públicos en distintos lugares, estos solían ser provisionales. Cuando los griegos comenzaron a escribir obras teatrales alrededor del año 532 a. C., construyeron pequeñas estructuras al aire libre (llamadas "theatrons") donde representarlas. Los romanos, en su eterno afán por levantar construcciones más grandes y mejores, crearon los anfiteatros y los construyeron en todos los territorios conquistados para llevar su civilización a cada asentamiento. Esta práctica se extendió más allá del imperio a otros lugares porque los anfiteatros eran perfectos para representar obras teatrales y celebrar los Juegos Olímpicos, combates de gladiadores, espectáculos religiosos, ejecuciones, debates políticos, conciertos y toda clase de espectáculos.