Unidad de apoyo de la Época Moderna. Otorga +1 al Alcance de las unidades de asedio que estén en el radio de 1 hexágono.

Los militares comenzaron a usar globos para llevar a aeronautas intrépidos por el aire con el fin de reunir información y descubrir la localización de la artillería enemiga durante las guerras revolucionarias francesas, una práctica que alcanzó su punto culminante durante la Primera Guerra Mundial y luego entró en declive a pesar de los avances en el diseño de aeronaves. El cuerpo aerostático francés se formó en 1794 para usar globos llenos de hidrógeno atados para el reconocimiento y proporcionar información militar sobre los despliegues de tropas enemigas durante la batalla; el primero apareció en Fleurus, en junio de ese año. Con independencia de la contribución del globo de observación a la decisiva victoria francesa sobre los austriacos, el aparato había llegado para quedarse (siempre que el cable no se cortara y se alejara flotando). A lo largo de la Guerra de Secesión, de la segunda guerra bóer y de otros conflictos, su uso y diseño no cambió mucho. Los "globos cometa" de la Primera Guerra Mundial –que eran más estables, alcanzaban mayor altitud y eran capaces de volar en condiciones meteorológicas más adversas– marcaron el apogeo de la utilización de globos en la guerra porque, en 1917, los pilotos de los ágiles biplanos comenzaron a abatirlos por decenas.