Unidad de apoyo de la Era Industrial. Puede curar a las unidades adyacentes.
Contexto histórico
Hay que ser una persona valiente para correr por un campo de batalla sin armas, especialmente para atender a los heridos en el frente. Aunque esté "protegido" por edictos seculares y por la Convención de Ginebra, ser médico militar no es bueno para la salud. El cirujano Dominique Larrey desarrolló las primeras "ambulancias volantes" –hospitales de campaña móviles– para la Grande Armée de Napoleón, y también reclutó y entrenó a voluntarios para ayudar a los heridos y llevarlos a los hospitales de campaña. Con esto no solo aumentó la tasa de supervivencia –lo cual, sin duda, ayudó a subir la moral– sino que además se aseguró de que al menos algunos sobrevivirían para luchar de nuevo. Durante la Guerra de Secesión, el comandante Jon Letterman del ejército de Estados Unidos del Potomac desarrolló y estandarizó nuevo equipo para salvar vidas (en una época en que la amputación era la cura habitual) y además amplió el cometido del médico para tratar las enfermedades y otros males de los reclutas. Hoy en día, los médicos militares y los socorristas navales son una parte integral de las fuerzas armadas de cualquier nación.
Unidad de apoyo de la Era Industrial. Puede curar a las unidades adyacentes.
Contexto histórico
Hay que ser una persona valiente para correr por un campo de batalla sin armas, especialmente para atender a los heridos en el frente. Aunque esté "protegido" por edictos seculares y por la Convención de Ginebra, ser médico militar no es bueno para la salud. El cirujano Dominique Larrey desarrolló las primeras "ambulancias volantes" –hospitales de campaña móviles– para la Grande Armée de Napoleón, y también reclutó y entrenó a voluntarios para ayudar a los heridos y llevarlos a los hospitales de campaña. Con esto no solo aumentó la tasa de supervivencia –lo cual, sin duda, ayudó a subir la moral– sino que además se aseguró de que al menos algunos sobrevivirían para luchar de nuevo. Durante la Guerra de Secesión, el comandante Jon Letterman del ejército de Estados Unidos del Potomac desarrolló y estandarizó nuevo equipo para salvar vidas (en una época en que la amputación era la cura habitual) y además amplió el cometido del médico para tratar las enfermedades y otros males de los reclutas. Hoy en día, los médicos militares y los socorristas navales son una parte integral de las fuerzas armadas de cualquier nación.