Unidad de apoyo de la Antigüedad. Al estar adyacente a una ciudad, las unidades que atacan cuerpo a cuerpo infligen el máximo de daño a las Murallas de la ciudad.
Contexto histórico
A medida que las murallas que protegían las ciudades se volvieron más altas y más gruesas, también lo hicieron las puertas. Con el tiempo, no bastó con tener un montón de hombres prescindibles aporreando la puerta con un palo grueso. En su forma más simple, un ariete es un pesado tronco suspendido de un armazón que se puede abatir contra las murallas y puertas, para con el tiempo derribarlas (en teoría, al menos). Más adelante, los extremos se recubrieron con metal, se añadieron ruedas para darle movilidad y cubiertas para proteger a los solados del aceite hirviendo, las rocas, las flechas y otros incordios. Tan útiles fueron los arietes que, si no podían construirse con los materiales que había en las inmediaciones, los ejércitos de la Antigüedad los llevaban consigo en las campañas. Plinio el Viejo llegó incluso a describir su uso en la minería para romper la roca dura (aunque un montón de esclavos con picos era mucho más barato). Los arietes se utilizaron durante la Edad Media, hasta que la llegada de la pólvora trajo los cañones al arte de la guerra.
Unidad de apoyo de la Antigüedad. Al estar adyacente a una ciudad, las unidades que atacan cuerpo a cuerpo infligen el máximo de daño a las Murallas de la ciudad.
Contexto histórico
A medida que las murallas que protegían las ciudades se volvieron más altas y más gruesas, también lo hicieron las puertas. Con el tiempo, no bastó con tener un montón de hombres prescindibles aporreando la puerta con un palo grueso. En su forma más simple, un ariete es un pesado tronco suspendido de un armazón que se puede abatir contra las murallas y puertas, para con el tiempo derribarlas (en teoría, al menos). Más adelante, los extremos se recubrieron con metal, se añadieron ruedas para darle movilidad y cubiertas para proteger a los solados del aceite hirviendo, las rocas, las flechas y otros incordios. Tan útiles fueron los arietes que, si no podían construirse con los materiales que había en las inmediaciones, los ejércitos de la Antigüedad los llevaban consigo en las campañas. Plinio el Viejo llegó incluso a describir su uso en la minería para romper la roca dura (aunque un montón de esclavos con picos era mucho más barato). Los arietes se utilizaron durante la Edad Media, hasta que la llegada de la pólvora trajo los cañones al arte de la guerra.