Unidad naval a distancia del Renacimiento.

A través de los siglos, la fragata ha evolucionado a partir del velero de tres mástiles de vela cuadrada del s. XVIII, que era demasiado pequeño para estar en la primera línea de combate, hasta el buque de guerra armado con misiles teledirigidos, lo bastante ágil para evitar los barcos realmente grandes. Pero el cometido de la fragata no ha cambiado en la guerra naval: hacer patrullas o tareas de escolta. La Marina Real británica declaró que una fragata podía ser cualquier "buque con tres mástiles o más y con velas cuadras" que llevara al menos 28 cañones en una sola cubierta continua; pero, a pesar de lo que se esforzó el ministerio de la marina para definir "fragata", las hubo de todos los tamaños y configuraciones, hasta buques blindados a mediados del s. XIX. Las "fragatas" modernas solo tienen de fragata el nombre; desde la Segunda Guerra Mundial, esta etiqueta se aplica a cualquier barco que sea más pequeño que un destructor. La introducción de misiles para la guerra naval moderna hizo a las fragatas aún más letales y rentables. ¿Para qué construir un gran acorazado torpe, o incluso un crucero o destructor, cuando bastaba con una fragata "barata"?