El taoísmo es una religión única que se basa en las antiguas creencias y filosofías de los reinos chinos del siglo II d. C. Aunque no se atribuye a una sola figura fundadora, creció a partir de los escritos del filósofo Lao Tse, que escribió el "Tao Te Ching" en el siglo IV d. C. Zhang Daoling, el primer "maestro celestial", fundó la primera escuela de tao basada en la obra de Lao-Tse. Otras la siguieron.

A diferencia de la mayoría de las religiones actuales, el taoísmo no depende de la existencia de un "dios" mítico, omnipotente y antropomorfo; más bien se trata de un enfoque filosófico de la vida. Uno de los aspectos más conocidos de esta religión, el Yin y el Yang, sostiene que el mundo está lleno de fuerzas complementarias en armonía y equilibrio, como pueden ser la luz y la oscuridad. A los seguidores del taoísmo se les anima a ejercitar la humildad, la bondad y la compasión en la vida cotidiana para poder mantener este equilibrio.

A lo largo de su historia, el taoísmo ha tenido muchas sectas y ramas escindidas de la escuela principal a medida que los elementos de la tradición china se colaron en su filosofía. Magia, alquimia y otras formas de fuerzas mágicas han sido parte de algunas escuelas de taoísmo desde sus primeros días. Aunque las estimaciones sobre el número de sus seguidores varían mucho, en la actualidad sigue habiendo muchos millones de creyentes "de la verdad" en China y en las zonas vecinas.