Cuando los seres humanos comenzaron a desarrollar trabajos que no podían realizar ellos o sus animales, inventaron las máquinas. A partir de las primeras máquinas simples –la palanca, la polea y el tornillo– de las que Arquímedes no paraba de hablar, evolucionó una "civilización de las máquinas" en la Tierra. Pensadores griegos posteriores añadieron la cuña y la rueda con eje a la lista de estas cinco máquinas simples (que conforman la base de todas las demás máquinas que realizan trabajos físicos). Herón de Alejandría, en su obra "Mecánica" (alrededor del 50 d. C.), describió la fabricación y los usos de estas. Pero los griegos, aunque comprendían la estática y la fricción, desconocían la dinámica.
Así, durante la Edad Media –supuestamente una época oscura–, aparecieron hombres en diversas partes del mundo que empezaron a concebir un mecanismo en el que el equilibrio entre distancia y fuerza fuera el principio de la producción de energía mecánica. Galileo Galilei elaboró la teoría dinámica completa de máquinas simples (las anteriores más algunas otras posteriores), que publicó en "Le meccaniche" ("La mecánica") en 1600; suya fue la primera idea (o, al menos, la primera en publicarse) de que las máquinas no creaban energía útil sino que, simplemente, transformaban un tipo de energía en otro.
El Renacimiento fue testigo de la aparición de inventores de la talla de Da Vinci, di Giorgio Martini y Gutenberg, que ingeniaron de todo, desde martinetes a bombas centrífugas, pasando por grúas y la imprenta. Fue una explosión de máquinas, que se vería seguida por otra un par de siglos después, durante la era industrial. Las máquinas invadieron los molinos y las factorías, pero fue un dispositivo revolucionario –la máquina de vapor– el que alteró profundamente la noción que tenía la civilización de lo que era una máquina y de lo que podía hacer.
A partir de ese nuevo tipo de máquinas surgió un millar más, incluidos el motor de combustión interna, el generador eléctrico y el motor diésel. Ahora el mundo tiene incluso "máquinas" sin piezas móviles... y si no, ¿qué es un ordenador?
"Me gusta imaginar que el mundo es un enorme mecanismo. Ya sabes que a las máquinas nunca les sobra nada. Siempre tienen las piezas justas para funcionar". – Hugo Cabret
"Recuerda que las personas también se rompen; no solo la maquinaria". – Gregory Benford
Cuando los seres humanos comenzaron a desarrollar trabajos que no podían realizar ellos o sus animales, inventaron las máquinas. A partir de las primeras máquinas simples –la palanca, la polea y el tornillo– de las que Arquímedes no paraba de hablar, evolucionó una "civilización de las máquinas" en la Tierra. Pensadores griegos posteriores añadieron la cuña y la rueda con eje a la lista de estas cinco máquinas simples (que conforman la base de todas las demás máquinas que realizan trabajos físicos). Herón de Alejandría, en su obra "Mecánica" (alrededor del 50 d. C.), describió la fabricación y los usos de estas. Pero los griegos, aunque comprendían la estática y la fricción, desconocían la dinámica.
Así, durante la Edad Media –supuestamente una época oscura–, aparecieron hombres en diversas partes del mundo que empezaron a concebir un mecanismo en el que el equilibrio entre distancia y fuerza fuera el principio de la producción de energía mecánica. Galileo Galilei elaboró la teoría dinámica completa de máquinas simples (las anteriores más algunas otras posteriores), que publicó en "Le meccaniche" ("La mecánica") en 1600; suya fue la primera idea (o, al menos, la primera en publicarse) de que las máquinas no creaban energía útil sino que, simplemente, transformaban un tipo de energía en otro.
El Renacimiento fue testigo de la aparición de inventores de la talla de Da Vinci, di Giorgio Martini y Gutenberg, que ingeniaron de todo, desde martinetes a bombas centrífugas, pasando por grúas y la imprenta. Fue una explosión de máquinas, que se vería seguida por otra un par de siglos después, durante la era industrial. Las máquinas invadieron los molinos y las factorías, pero fue un dispositivo revolucionario –la máquina de vapor– el que alteró profundamente la noción que tenía la civilización de lo que era una máquina y de lo que podía hacer.
A partir de ese nuevo tipo de máquinas surgió un millar más, incluidos el motor de combustión interna, el generador eléctrico y el motor diésel. Ahora el mundo tiene incluso "máquinas" sin piezas móviles... y si no, ¿qué es un ordenador?
"Me gusta imaginar que el mundo es un enorme mecanismo. Ya sabes que a las máquinas nunca les sobra nada. Siempre tienen las piezas justas para funcionar". – Hugo Cabret
"Recuerda que las personas también se rompen; no solo la maquinaria". – Gregory Benford