Los humanos aprenden cosas, lo que da como resultado la civilización. Obviamente, la educación ha existido desde que empezó la humanidad. Durante la mayor parte de la historia, fue una cosa informal: los padres enseñaban a sus hijos las habilidades que necesitaban para sobrevivir y ser productivos (cómo hacer las tareas del hogar, cazar y esquivar a los bárbaros, por ejemplo). Cuando una tribu se expandía y se volvía más próspera, los ancianos del pueblo y los sacerdotes podían educar a los niños mientras los adultos sanos recogían alimentos, construían cosas y hacían la guerra. Finalmente, las sociedades ricas llegaron a tener clases formales para los hijos de las personas más importantes.
Se fundaban escuelas a medida que los pensadores de un estado-nación extendían su conocimiento más allá de lo meramente práctico a reinos donde el aprendizaje por imitación no era posible. En el Imperio medio, el sacerdocio en Egipto ya había creado escuelas donde enseñar a leer y escribir, matemáticas, historia, ciencias, medicina, astrología y, por supuesto, religión. En Grecia surgieron academias privadas para enseñar a los privilegiados, como la fundada por Platón en Atenas, la primera institución de "educación superior" en Europa. Más al este, en China, Confucio inició un programa de creación de escuelas para enseñar su filosofía, así como algunas competencias básicas como lectura, matemáticas y música.
Fueron sobre todo las religiones dominantes las que se volcaron en la tarea de la educación. En las culturas de Mesoamérica, la enseñanza estaba en manos de los sacerdotes, la clase "instruida" que sirvió como consejeros y jueces, así como educadores; sus interesadas clases de adivinación, astrología, escritura y aritmética tenían como objetivo crear aún más sacerdotes. Con la caída de Roma, la Iglesia católica se convertiría en el único proveedor de "enseñanza homologada" de toda Europa occidental. En otras partes, las escuelas islámicas produjeron los mejores eruditos de la época gracias a su tolerancia con los diferentes puntos de vista sobre el mundo.
Muy pronto, otras civilizaciones también se dieron cuenta de la importancia de la educación. El Renacimiento vio una explosión de escuelas y universidades, tanto privadas como financiadas por el estado, en una nueva era de descubrimiento e ilustración. Luego se impuso la idea de que todo el mundo merecía una educación, y ahora se puede conseguir un título incluso en cestería o psicología
"El propósito de la educación es reemplazar una mente vacía con una abierta". – Malcolm Forbes
"Una mente educada es capaz de albergar un pensamiento sin aceptarlo". – Aristóteles
Los humanos aprenden cosas, lo que da como resultado la civilización. Obviamente, la educación ha existido desde que empezó la humanidad. Durante la mayor parte de la historia, fue una cosa informal: los padres enseñaban a sus hijos las habilidades que necesitaban para sobrevivir y ser productivos (cómo hacer las tareas del hogar, cazar y esquivar a los bárbaros, por ejemplo). Cuando una tribu se expandía y se volvía más próspera, los ancianos del pueblo y los sacerdotes podían educar a los niños mientras los adultos sanos recogían alimentos, construían cosas y hacían la guerra. Finalmente, las sociedades ricas llegaron a tener clases formales para los hijos de las personas más importantes.
Se fundaban escuelas a medida que los pensadores de un estado-nación extendían su conocimiento más allá de lo meramente práctico a reinos donde el aprendizaje por imitación no era posible. En el Imperio medio, el sacerdocio en Egipto ya había creado escuelas donde enseñar a leer y escribir, matemáticas, historia, ciencias, medicina, astrología y, por supuesto, religión. En Grecia surgieron academias privadas para enseñar a los privilegiados, como la fundada por Platón en Atenas, la primera institución de "educación superior" en Europa. Más al este, en China, Confucio inició un programa de creación de escuelas para enseñar su filosofía, así como algunas competencias básicas como lectura, matemáticas y música.
Fueron sobre todo las religiones dominantes las que se volcaron en la tarea de la educación. En las culturas de Mesoamérica, la enseñanza estaba en manos de los sacerdotes, la clase "instruida" que sirvió como consejeros y jueces, así como educadores; sus interesadas clases de adivinación, astrología, escritura y aritmética tenían como objetivo crear aún más sacerdotes. Con la caída de Roma, la Iglesia católica se convertiría en el único proveedor de "enseñanza homologada" de toda Europa occidental. En otras partes, las escuelas islámicas produjeron los mejores eruditos de la época gracias a su tolerancia con los diferentes puntos de vista sobre el mundo.
Muy pronto, otras civilizaciones también se dieron cuenta de la importancia de la educación. El Renacimiento vio una explosión de escuelas y universidades, tanto privadas como financiadas por el estado, en una nueva era de descubrimiento e ilustración. Luego se impuso la idea de que todo el mundo merecía una educación, y ahora se puede conseguir un título incluso en cestería o psicología
"El propósito de la educación es reemplazar una mente vacía con una abierta". – Malcolm Forbes
"Una mente educada es capaz de albergar un pensamiento sin aceptarlo". – Aristóteles