La bonificación se extiende a cada Centro urbano que se encuentre dentro de 6 casillas. Esta bonificación se aplica una vez a una ciudad. Construir de nuevo este edificio en un radio de 6 casillas de un Centro urbano no confiere bonificaciones adicionales.
Contexto histórico
La única finalidad de una central eléctrica es saciar el voraz apetito por el consumo de electricidad que la civilización ha desarrollado en los últimos 160 años. Bien sea mediante energía hidráulica, nuclear, solar, mareomotriz, la combustión de combustibles fósiles u otro método, la idea siempre es la misma, y consiste en transformar un tipo de energía en otra para que los humanos puedan disfrutar de toda clase de comodidades. La primera central fue diseñada y construida en 1868 (cuando los científicos aún jugueteaban con la electricidad en laboratorios) por el barón William Armstrong en Cragside, que usó el agua de un lago para rotar las dinamos y generó energía para proporcionar electricidad a bombillas, radiadores, calderas, un ascensor y otros dispositivos. La primera central eléctrica pública comenzó a operar en enero de 1882 en Londres, y en septiembre de ese mismo año lo hizo la de Pearl Street en Nueva York, que abastecía de electricidad al Bajo Manhattan. Aunque la central de Pearl Street se incendió en 1890, la gente ya se había acostumbrado a la luz eléctrica, y en la actualidad hay más de 7300 centrales operativas solo en Estados Unidos.
La bonificación se extiende a cada Centro urbano que se encuentre dentro de 6 casillas. Esta bonificación se aplica una vez a una ciudad. Construir de nuevo este edificio en un radio de 6 casillas de un Centro urbano no confiere bonificaciones adicionales.
Contexto histórico
La única finalidad de una central eléctrica es saciar el voraz apetito por el consumo de electricidad que la civilización ha desarrollado en los últimos 160 años. Bien sea mediante energía hidráulica, nuclear, solar, mareomotriz, la combustión de combustibles fósiles u otro método, la idea siempre es la misma, y consiste en transformar un tipo de energía en otra para que los humanos puedan disfrutar de toda clase de comodidades. La primera central fue diseñada y construida en 1868 (cuando los científicos aún jugueteaban con la electricidad en laboratorios) por el barón William Armstrong en Cragside, que usó el agua de un lago para rotar las dinamos y generó energía para proporcionar electricidad a bombillas, radiadores, calderas, un ascensor y otros dispositivos. La primera central eléctrica pública comenzó a operar en enero de 1882 en Londres, y en septiembre de ese mismo año lo hizo la de Pearl Street en Nueva York, que abastecía de electricidad al Bajo Manhattan. Aunque la central de Pearl Street se incendió en 1890, la gente ya se había acostumbrado a la luz eléctrica, y en la actualidad hay más de 7300 centrales operativas solo en Estados Unidos.