La idea de la comunicación "inalámbrica" comienza con los experimentos de telegrafía sin hilos –el envío de impulsos a través de la tierra, el agua e incluso el acero de las vías del ferrocarril– en la década de 1830. En el año 1888, Heinrich Hertz demostró de manera concluyente que las ondas electromagnéticas podrían transmitirse a través del aire; sus publicaciones provocaron una loca carrera entre los inventores y otros chalados para producir estas ondas hertzianas. Hasta personajes como Nikola Tesla, Amos Dolbear y sir Oliver Lodge participaron en ella. Pero fue un inventor italiano poco conocido llamado Marconi quien consiguió crear un telégrafo inalámbrico –o "radio", como algunas personas la llamaron– que funcionaría en 1894. La patentó en 1896 en Inglaterra. Marconi fue galardonado con el Premio Nobel en 1909 por su trabajo. También se hizo rico con el tiempo, se convirtió en senador del Parlamento italiano y entró en el Partido Fascista en 1923, llegando a ser proclamado presidente de la Real Academia por Mussolini... pero esa es otra historia.
En sus inicios, la radio se utilizó para transmitir mensajes en código Morse, pero, en 1900, un sacerdote brasileño llamado Roberto de Moura consiguió transmitir la voz humana por las ondas de radio (se le dio una patente por su equipo modulador un año más tarde). El siguiente avance fue el tubo de vacío, inventado por los ingenieros que trabajaban para la Westinghouse. Luego, utilizando todos estos juntos, la Ocean Bluff-Brant Rock de Massachusetts hizo la primera retransmisión por radio en la Nochebuena de 1906, una emisión que incluía música navideña y lecturas de la Biblia; los barcos en alta mar informaron de que habían captado esta primera trasmisión en amplitud modulada (luego denominada "AM"). Dos años más tarde, en su camino a la fortuna, Marconi abrió la primera fábrica de radios de la civilización en Chelmsford, Inglaterra.
En poco tiempo se abrieron emisoras de radio comerciales por todos los lados; pues los empresarios al fin habían encontrado la manera de ganar dinero transmitiendo anuncios publicitarios (el primero, desde la emisora WEAF de Nueva York) y el congreso también, mediante la concesión de licencias. La primera retransmisión de un noticiario fue en agosto de 1920, de manos de la emisora 8MK de Detroit. La primera cadena universitaria comenzó a emitir en octubre de 1920 desde el Union College. Ese mismo mes, emitió lo que se considera que fue el primer programa de entretenimiento, una serie de conciertos los jueves por la noche. En 1921, se ofreció la primera retransmisión deportiva, un partido de fútbol americano entre Virginia Occidental y Pittsburgh. Sin duda, los programadores de radio ya habían llamado la atención de la gente.
"Un mundo sin radio es un mundo sordo". – Ernest Yeboah
"La radio es el teatro del cerebro; la televisión es el teatro de los descerebrados". – Steve Allen
La idea de la comunicación "inalámbrica" comienza con los experimentos de telegrafía sin hilos –el envío de impulsos a través de la tierra, el agua e incluso el acero de las vías del ferrocarril– en la década de 1830. En el año 1888, Heinrich Hertz demostró de manera concluyente que las ondas electromagnéticas podrían transmitirse a través del aire; sus publicaciones provocaron una loca carrera entre los inventores y otros chalados para producir estas ondas hertzianas. Hasta personajes como Nikola Tesla, Amos Dolbear y sir Oliver Lodge participaron en ella. Pero fue un inventor italiano poco conocido llamado Marconi quien consiguió crear un telégrafo inalámbrico –o "radio", como algunas personas la llamaron– que funcionaría en 1894. La patentó en 1896 en Inglaterra. Marconi fue galardonado con el Premio Nobel en 1909 por su trabajo. También se hizo rico con el tiempo, se convirtió en senador del Parlamento italiano y entró en el Partido Fascista en 1923, llegando a ser proclamado presidente de la Real Academia por Mussolini... pero esa es otra historia.
En sus inicios, la radio se utilizó para transmitir mensajes en código Morse, pero, en 1900, un sacerdote brasileño llamado Roberto de Moura consiguió transmitir la voz humana por las ondas de radio (se le dio una patente por su equipo modulador un año más tarde). El siguiente avance fue el tubo de vacío, inventado por los ingenieros que trabajaban para la Westinghouse. Luego, utilizando todos estos juntos, la Ocean Bluff-Brant Rock de Massachusetts hizo la primera retransmisión por radio en la Nochebuena de 1906, una emisión que incluía música navideña y lecturas de la Biblia; los barcos en alta mar informaron de que habían captado esta primera trasmisión en amplitud modulada (luego denominada "AM"). Dos años más tarde, en su camino a la fortuna, Marconi abrió la primera fábrica de radios de la civilización en Chelmsford, Inglaterra.
En poco tiempo se abrieron emisoras de radio comerciales por todos los lados; pues los empresarios al fin habían encontrado la manera de ganar dinero transmitiendo anuncios publicitarios (el primero, desde la emisora WEAF de Nueva York) y el congreso también, mediante la concesión de licencias. La primera retransmisión de un noticiario fue en agosto de 1920, de manos de la emisora 8MK de Detroit. La primera cadena universitaria comenzó a emitir en octubre de 1920 desde el Union College. Ese mismo mes, emitió lo que se considera que fue el primer programa de entretenimiento, una serie de conciertos los jueves por la noche. En 1921, se ofreció la primera retransmisión deportiva, un partido de fútbol americano entre Virginia Occidental y Pittsburgh. Sin duda, los programadores de radio ya habían llamado la atención de la gente.
"Un mundo sin radio es un mundo sordo". – Ernest Yeboah
"La radio es el teatro del cerebro; la televisión es el teatro de los descerebrados". – Steve Allen