La bonificación se extiende a cada Centro urbano que se encuentre dentro de 6 casillas. Esta bonificación se aplica una vez a una ciudad. Construir de nuevo este edificio en un radio de 6 casillas de un Centro urbano no confiere bonificaciones adicionales.
Contexto histórico
El estadio es una versión mejorada del coliseo, con más variedad de comida y más baños. El más antiguo conocido, un recinto al aire libre en el que se disputaban competiciones deportivas en honor de los dioses, estaba en el Peloponeso occidental, donde se celebraron por primera vez los Juegos Olímpicos de la antigüedad en el año 776 a. C. En las ruinas de muchas ciudades griegas y romanas hay estadios que atestiguan la importancia de los eventos competitivos en sus culturas. Con el aumento del ocio y la popularidad de los deportes en la época victoriana (sobre todo del fútbol en Europa y del béisbol en Norteamérica) se empezaron a construir estadios por todo el mundo. La mayoría de esos estadios de la era industrial eran de madera, como Lansdowne Road en Dublín (1872-2006) o South End Grounds en Boston (1871-1914). En la actualidad, los estadios de acero y hormigón pueden llegar a acoger a más de 100 000 personas que gritan con entusiasmo durante partidos, conciertos o mítines.
La bonificación se extiende a cada Centro urbano que se encuentre dentro de 6 casillas. Esta bonificación se aplica una vez a una ciudad. Construir de nuevo este edificio en un radio de 6 casillas de un Centro urbano no confiere bonificaciones adicionales.
Contexto histórico
El estadio es una versión mejorada del coliseo, con más variedad de comida y más baños. El más antiguo conocido, un recinto al aire libre en el que se disputaban competiciones deportivas en honor de los dioses, estaba en el Peloponeso occidental, donde se celebraron por primera vez los Juegos Olímpicos de la antigüedad en el año 776 a. C. En las ruinas de muchas ciudades griegas y romanas hay estadios que atestiguan la importancia de los eventos competitivos en sus culturas. Con el aumento del ocio y la popularidad de los deportes en la época victoriana (sobre todo del fútbol en Europa y del béisbol en Norteamérica) se empezaron a construir estadios por todo el mundo. La mayoría de esos estadios de la era industrial eran de madera, como Lansdowne Road en Dublín (1872-2006) o South End Grounds en Boston (1871-1914). En la actualidad, los estadios de acero y hormigón pueden llegar a acoger a más de 100 000 personas que gritan con entusiasmo durante partidos, conciertos o mítines.