+25% de experiencia de combate para todas las unidades navales entrenadas en esta ciudad. Permite entrenar directamente a las Flotas y Armadas y reduce un 25% sus costes de entrenamiento. +2 de Oro a todas las casillas de Costa de esta ciudad.
Contexto histórico
En la antigüedad, para elegir la ubicación de un puerto se tenían en cuenta factores como su proximidad a rutas fluviales y terrestres, la protección de las mercancías o la maximización de las tasas de amarre. Guangzhou en la China de la dinastía Qin, Pireo en Atenas, Canopo y Alejandría en Egipto, Lothal en Harappa, Ostia Antica en Roma... no eran solo lugares de amarre. Los puertos ofrecían a los navíos y sus tripulaciones todo lo que necesitaban: carpinterías, talleres de cuerda, muelles, atracaderos, tabernas, burdeles, almacenes y muchas otras cosas. Los puertos europeos fueron el punto de partida de la exploración y la colonización del mundo, además de algunas de las bases navales más importantes en la historia militar. El auge y la caída de grandes imperios comerciales, como Fenicia, Srivijaya o Portugal, estaban relacionados con sus puertos. Aunque no son tan comunes como los marítimos, los puertos fluviales (Nueva Orleans o Calcuta, por ejemplo) han servido para comunicar grandes regiones con el océano. Hoy en día, los mayores puertos del mundo, como los de Puerto Saíd, Hamburgo, Shanghái, Melbourne, Santos, Hong Kong, Los Ángeles o Vancouver entre otros, son bosques de grúas, laberintos de caminos y raíles, ciudades de almacenes y depósitos en busca de beneficios con las exportaciones y las importaciones.
+25% de experiencia de combate para todas las unidades navales entrenadas en esta ciudad. Permite entrenar directamente a las Flotas y Armadas y reduce un 25% sus costes de entrenamiento. +2 de Oro a todas las casillas de Costa de esta ciudad.
Contexto histórico
En la antigüedad, para elegir la ubicación de un puerto se tenían en cuenta factores como su proximidad a rutas fluviales y terrestres, la protección de las mercancías o la maximización de las tasas de amarre. Guangzhou en la China de la dinastía Qin, Pireo en Atenas, Canopo y Alejandría en Egipto, Lothal en Harappa, Ostia Antica en Roma... no eran solo lugares de amarre. Los puertos ofrecían a los navíos y sus tripulaciones todo lo que necesitaban: carpinterías, talleres de cuerda, muelles, atracaderos, tabernas, burdeles, almacenes y muchas otras cosas. Los puertos europeos fueron el punto de partida de la exploración y la colonización del mundo, además de algunas de las bases navales más importantes en la historia militar. El auge y la caída de grandes imperios comerciales, como Fenicia, Srivijaya o Portugal, estaban relacionados con sus puertos. Aunque no son tan comunes como los marítimos, los puertos fluviales (Nueva Orleans o Calcuta, por ejemplo) han servido para comunicar grandes regiones con el océano. Hoy en día, los mayores puertos del mundo, como los de Puerto Saíd, Hamburgo, Shanghái, Melbourne, Santos, Hong Kong, Los Ángeles o Vancouver entre otros, son bosques de grúas, laberintos de caminos y raíles, ciudades de almacenes y depósitos en busca de beneficios con las exportaciones y las importaciones.