Unidad de cuerpo a cuerpo del Renacimiento.

Si una flecha o un cuadrillo podían detener a un hombre protegido con armadura, imaginemos lo que una bola de plomo pequeña y rápida podría hacer cuando atravesara el metal y llegara a las partes blandas de debajo. En sustitución del arcabuz, que fue el arma preferida en el siglo XVII aunque era difícil de manejar, el mosquete era un arma de ánima lisa y de avancarga accionada mediante una llave de percusión. El arquetipo fue el "Brown Bess" británico, que sirvió fielmente a los casacas rojas desde 1722 a 1838. Sin duda, los colonos de las fronteras también lo utilizaron en todo el mundo para cazar, protegerse y matar a los indígenas, pero fue en las guerras de Europa donde las tácticas militares evolucionaron para aprovechar el mosquete en masa. En China, el cañón de mano se había convertido en el mosquete y las dinastías Ming y Qing hicieron un amplio uso de él. Pero fueron los europeos y otomanos quienes lo optimizaron usándolo unos contra otros, con unidades de élite armadas con mosquetes.