Desbloquea la mejora del Robot gigante: Defensa aérea de drones. +100 a la Fuerza antiaérea .
Contexto histórico
Uno de los proyectos para los ordenadores digitales ha sido la creación de un dispositivo capaz de replicar el comportamiento inteligente de los seres humanos mediante componentes únicamente sintéticos. Uno de los primeros experimentos mentales de la era digital fue el test de inteligencia artificial que propuso Alan Turing: un humano que no pudiese distinguir si las respuestas que leía eran de una IA o de un humano estaría considerando a la IA como un ser "pensante". Este hito tan importante en el desarrollo de una filosofía de la inteligencia artificial aún se sigue debatiendo en la actualidad.
En las décadas posteriores a la proposición del test de Turing, la inteligencia artificial se ha popularizado y cuenta con unas capacidades mucho más potentes, sobre todo en lo referente al análisis de grandes conjuntos de datos. En este caso, la IA "estudia" un problema desarrollando y probando hipótesis sobre los patrones subyacentes en los datos, comparándolos con otros datos y creando modelos reiterados con una capacidad explicativa considerable. A medida que las IA vayan mejorando, se emplearán en más y más problemas, y los algoritmos de solución se tratarán como "cajas negras", relevantes exclusivamente para la IA e irrelevantes para los seres humanos que solo están interesados en los resultados.
No se sabe si una IA podrá ser confundida con un ser humano en algún momento, pero es difícil imaginar un futuro en el que las personas frustradas con un sistema telefónico computarizado no aporreen sin parar el botón "0" solicitando un operador humano.
"¿Es que mis ruegos no conseguirán que os apiadéis de vuestra criatura, que no suplica sino vuestra compasión y bondad?" – Mary Shelley
Requisitos
Época Futura
Coste de investigación
Coste básico: 2200 Ciencia
Mejoras
Mejora a través del espía.
Descripción
Desbloquea la mejora del Robot gigante: Defensa aérea de drones. +100 a la Fuerza antiaérea .
Contexto histórico
Uno de los proyectos para los ordenadores digitales ha sido la creación de un dispositivo capaz de replicar el comportamiento inteligente de los seres humanos mediante componentes únicamente sintéticos. Uno de los primeros experimentos mentales de la era digital fue el test de inteligencia artificial que propuso Alan Turing: un humano que no pudiese distinguir si las respuestas que leía eran de una IA o de un humano estaría considerando a la IA como un ser "pensante". Este hito tan importante en el desarrollo de una filosofía de la inteligencia artificial aún se sigue debatiendo en la actualidad.
En las décadas posteriores a la proposición del test de Turing, la inteligencia artificial se ha popularizado y cuenta con unas capacidades mucho más potentes, sobre todo en lo referente al análisis de grandes conjuntos de datos. En este caso, la IA "estudia" un problema desarrollando y probando hipótesis sobre los patrones subyacentes en los datos, comparándolos con otros datos y creando modelos reiterados con una capacidad explicativa considerable. A medida que las IA vayan mejorando, se emplearán en más y más problemas, y los algoritmos de solución se tratarán como "cajas negras", relevantes exclusivamente para la IA e irrelevantes para los seres humanos que solo están interesados en los resultados.
No se sabe si una IA podrá ser confundida con un ser humano en algún momento, pero es difícil imaginar un futuro en el que las personas frustradas con un sistema telefónico computarizado no aporreen sin parar el botón "0" solicitando un operador humano.
"¿Es que mis ruegos no conseguirán que os apiadéis de vuestra criatura, que no suplica sino vuestra compasión y bondad?" – Mary Shelley