En general, los desiertos son sorprendentemente inútiles, excepto para las criaturas y para las personas que han aprendido a vivir en ellos. Los auténticos desiertos del planeta –el Sáhara, el Gobi, el de Mojave, el Gran Desierto de Victoria, y similares– llevan tragándose personas y civilizaciones desde el principio de la historia.
Contexto histórico
En general, los desiertos son sorprendentemente inútiles, excepto para las criaturas y para las personas que han aprendido a vivir en ellos. Los auténticos desiertos del planeta –el Sáhara, el Gobi, el de Mojave, el Gran Desierto de Victoria, y similares– llevan tragándose personas y civilizaciones desde el principio de la historia.