A lo largo de casi toda la historia de la humanidad, los hombres han trabajado duro para luego poder "divertirse" y disfrutar del tiempo libre. El ocio era un privilegio al alcance de una adinerada minoría mientras el pueblo llano vivía una lucha constante por conseguir comida, vestimenta, seguridad y un techo. Aunque en la antigüedad ya existían los deportes, sobre todo en equipo, generalmente las competiciones eran a nivel de aficionados, excepto las carreras de cuadrigas en Roma, los juegos de pelota en Mesoamérica o los partidos de polo en Persia. El deporte profesional surgió durante la Revolución Industrial, cuando estalló la "industria" del ocio y la clase trabajadora estuvo dispuesta a pagar por ver espectáculos deportivos.
En la Inglaterra de finales del siglo XVII se pusieron de moda los deportes de clubes y colegios privados, y a mediados del siglo XVIII, en los albores de la Revolución Industrial, se fundaron los primeros equipos semiprofesionales de críquet. Con el éxodo rural llegaron nuevos deportes a las ciudades, los avances en las comunicaciones y los transportes impulsaron las competiciones entre equipos universitarios y, en el año 1848, se crearon en la Universidad de Cambridge las denominadas Reglas de Cambridge, en un intento por tipificar las reglas del fútbol. En 1863 se fundó en Londres la Football Association, primer organismo regulador de un deporte de espectadores, y un año antes el Notts County Football Club ya había empezado a pagar a varios jugadores, siendo el equipo profesional más antiguo del mundo.
Al otro lado del charco y tras la Guerra de Secesión, el béisbol empezó a llamar la atención de las masas en el noreste del país. Como parecía que el dinero era un gran incentivo a la hora de jugar, varios equipos comenzaron a pagar un sueldo a los jugadores (el primero en hacerlo fue el Cincinnati Red Stockings en 1869). La primera liga de béisbol profesional se creó en 1871, y a principios del siglo XX casi todas las grandes ciudades del este contaban con uno o varios equipos profesionales repartidos en las divisiones Nacional o Americana. Desde entonces, el deporte de alto nivel se ha convertido en un espectáculo.
"Si ganar no lo es todo, ¿para qué llevan la cuenta?" – Vince Lombardi
"Los deportes no crean carácter. Lo revelan". – Heywood Broun
A lo largo de casi toda la historia de la humanidad, los hombres han trabajado duro para luego poder "divertirse" y disfrutar del tiempo libre. El ocio era un privilegio al alcance de una adinerada minoría mientras el pueblo llano vivía una lucha constante por conseguir comida, vestimenta, seguridad y un techo. Aunque en la antigüedad ya existían los deportes, sobre todo en equipo, generalmente las competiciones eran a nivel de aficionados, excepto las carreras de cuadrigas en Roma, los juegos de pelota en Mesoamérica o los partidos de polo en Persia. El deporte profesional surgió durante la Revolución Industrial, cuando estalló la "industria" del ocio y la clase trabajadora estuvo dispuesta a pagar por ver espectáculos deportivos.
En la Inglaterra de finales del siglo XVII se pusieron de moda los deportes de clubes y colegios privados, y a mediados del siglo XVIII, en los albores de la Revolución Industrial, se fundaron los primeros equipos semiprofesionales de críquet. Con el éxodo rural llegaron nuevos deportes a las ciudades, los avances en las comunicaciones y los transportes impulsaron las competiciones entre equipos universitarios y, en el año 1848, se crearon en la Universidad de Cambridge las denominadas Reglas de Cambridge, en un intento por tipificar las reglas del fútbol. En 1863 se fundó en Londres la Football Association, primer organismo regulador de un deporte de espectadores, y un año antes el Notts County Football Club ya había empezado a pagar a varios jugadores, siendo el equipo profesional más antiguo del mundo.
Al otro lado del charco y tras la Guerra de Secesión, el béisbol empezó a llamar la atención de las masas en el noreste del país. Como parecía que el dinero era un gran incentivo a la hora de jugar, varios equipos comenzaron a pagar un sueldo a los jugadores (el primero en hacerlo fue el Cincinnati Red Stockings en 1869). La primera liga de béisbol profesional se creó en 1871, y a principios del siglo XX casi todas las grandes ciudades del este contaban con uno o varios equipos profesionales repartidos en las divisiones Nacional o Americana. Desde entonces, el deporte de alto nivel se ha convertido en un espectáculo.
"Si ganar no lo es todo, ¿para qué llevan la cuenta?" – Vince Lombardi
"Los deportes no crean carácter. Lo revelan". – Heywood Broun