La escritura es una "tecnología" que –como algunas otras– cambió literalmente el curso de la civilización. La capacidad de fijar las cosas de manera que se pudieran recordar -–"almacenamiento externo de memoria"– inalteradas más allá de una vida significó que todos los aspectos de la condición humana, cada estructura social y cultural se alteraran de manera significativa. La escritura permitió a la civilización organizarse: religión organizada, gobierno organizado, economía organizada, guerra organizada, ciencia organizada. Y la literatura supuso un gran avance (según los escritores) respecto a los relatos de mera transmisión oral.

Inventada alrededor del cuarto milenio a. C., la primera forma de escritura fue la "pictografía", en la que unos pequeños dibujos representan los objetos deseados. Puede que eso funcione adecuadamente para cosas sencillas, pero se hacen necesarios otros métodos cuando se habla de temas más complejos (puede que dibujar una oveja sea fácil, pero, ¿cómo dibujas el sonido que hace una cuando cae de una pirámide?). Los ideogramas (dibujos que representan ideas) y la escritura pictográfica nunca se desarrollaron lo suficiente para poder transmitir significados en condiciones.

Con el tiempo, la escritura logográfica –el uso de un solo carácter para representar una palabra– evolucionó. En el idioma maya, los glifos permitían representar un significado complejo cuando se combinaban en "frases". Igualmente, alrededor del 90% de los caracteres chinos logográficos son compuestos de un significado semántico con una guía fonética. En otros idiomas –el griego micénico, el cherokee, el etíope y algunas lenguas criollas– se desarrollaron silabarios en los que un solo símbolo escrito se aproximaba a una sílaba verbal, y la escritura se acortó y se hizo más fácil de manejar para los bárbaros.

Por último, evolucionó el alfabeto –que data de las lenguas semíticas de la zona del Oriente Próximo del segundo milenio a. C.– para convertirse en la pesadilla de los niños en edad preescolar de todo el mundo. Un alfabeto utiliza un conjunto de símbolos, cada uno de los cuales representa un sonido del lenguaje. Durante el milenio siguiente, el alfabeto semita se convirtió en la base de muchos alfabetos diferentes de todo Oriente Medio, Europa, norte de África y sur de Asia. El resto es historia... escrita, por supuesto.