+1 al Movimiento si el turno comienza en territorio amistoso.

A finales del siglo XVI, el tamaño de los ejércitos europeos aumentó enormemente, y las fuerzas de 100 000 personas no eran infrecuentes (aunque puede que estas cifras incluyeran también a las hordas de simpatizantes). Dado el estado del transporte y de las carreteras en el Renacimiento, cuando un ejército tenía que operar en territorio enemigo, habitualmente tenía que buscar comida (o sea, saquear) para sustentarse. Pero esto no permitía obtener gran parte de las cosas necesarias, como munición, cañones de asedio, uniformes, suministros médicos, bebida y todas las cosas necesarias para mantener a los soldados contentos. Así es como fueron creciendo los convoyes de provisiones que atendían a los ejércitos. Durante la Guerra de los Treinta Años, algunos ejércitos de mercenarios contaban con un carromato por cada 15 hombres.